Agencias
Los Ángeles, EU.- La exhibición del seno derecho de la cantante Janet Jackson en uno de los eventos deportivos más vistos en Estados Unidos desató la ira entre grupos conservadores, que decidieron a partir de entonces intervenir en los medios de comunicación y la industria del entrenamiento.
A comienzos de febrero pasado la cantante de pop exhibió su seno derecho durante unos segundos durante un espectáculo en el entretiempo del partido final del campeonato de futbol americano, llamado Super Bowl, seguido por cerca de 100 millones de personas.
El hecho ocurrió en uno de los momentos más acalorados del país, sumido en plena batalla electoral y en uno de los más afiebrados debates en torno al matrimonio gay, luego de que ciudades como San Francisco decidieran por su propia voluntad casar a parejas homosexuales. La controversia se aderezó con la polémica y fervor religioso que desató La Pasión de Cristo, del director Mel Gibson.
Pero el escándalo protagonizado por Janet Jackson pareció ser ?la última gota que derramó el vaso? en un país en que los grupos conservadores se organizaban cada vez más y mejor para combatir este tipo de amenazas.
La reacción de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) sobre la que llovieron más de 540,000 demandas de grupos conservadores, no se hizo esperar y decidió tomar al toro por los cuernos.
En primer lugar impuso una multa de 550,000 dólares al canal CBS, perteneciente a Viacom, encargado de la transmisión del Super Bowl.
Pero su gestión no quedó allí; decidió controlar todos aquellos programas que tuvieran contenido sexual o violento o que utilizaran un lenguaje obsceno, en momentos en que el país iniciaba los primeros meses de lo que iba a ser una durísima carrera electoral.
En uno de los acuerdos más grandes alcanzados, Viacom (VIAB) aceptó pagar 3.5 millones de dólares a fines de noviembre al gobierno federal para dejar atrás las demandas que atacaban la programación indecente en sus cadenas de radio y televisión en los últimos cinco años, entre ellos un desfile de la firma de ropa interior Victoria Secret, transmitido por CBS en 2002.
Tras el acuerdo -que no incluyó el caso Janet Jackson- Viacom deberá transmitir en diferido los programas que tengan un contenido sexual u obsceno.
Sí incluyó la demanda lanzada contra un programa del presentador radial Howard Stern de 2003 en el que éste comentó sus actividades sexuales. Clear Channel Communications, que también transmitió el programa, acordó a comienzos de año pagar 1.75 millones de dólares a la FCC por los incidentes que éste desencadenó.
A comienzos de año Clear Channel retiró a Stern de la programación de seis estaciones de la cadena, y pocas semanas atrás Stern anunció que iba a llevar su programa a la radio satelital.
Pero el polémico presentador fue apenas uno de los primeros en caer ante la nueva política moralista de los medios de comunicación, aterrorizados por no desobedecer los estrictos requisitos de la FCC.