Los ministros se oponen a su polémico plan de eliminar asentamientos judíos de la Franja de Gaza.
04 de junio 2004.
Jerusalén, (EFE).- El primer ministro israelí, Ariel Sharon, cesó hoy, viernes, a dos ministros de su Gobierno para garantizar una mayoría en la votación, prevista para el domingo, sobre su plan unilateral "de desconexión" de los palestinos, cuya aplicación exige EU.
La Oficina del Primer Ministro emitió esta mañana sendas misivas dirigidas al ministro de Transportes, Avigdor Lieberman, y al titular de Turismo, Benny Elón, pertenecientes al partido ultraderechista Unión Nacional, en las que Sharon les informaba de su cese.
En unas declaraciones a la radio israelí esta mañana, antes de recibir la misiva alrededor de las 11.00 hora local (9.00 GMT), Lieberman afirmó: "voy a ser cesado por estar en desacuerdo con el primer ministro", y añadió que, de todas formas, hubiera dimitido si el plan hubiera sido aprobado.
Distinta actitud mantuvo Elón, quien afirmó -en unas declaraciones a la radio israelí- que haría todo lo posible para no aceptar el cese, a fin de impedir que el plan de Sharon recibiera el respaldo del Gobierno.
Según Elón, Sharon le llamó por teléfono para informarle de que había sido cesado, aunque le explicó que no sería oficial hasta que recibiera la carta.
Las cartas fueron enviadas por mensajero después de que los ministros destituidos no acudieran a la cita prevista a las 9.00 hora local (7.00 GMT) con el primer ministro de Israel.
La destitución tiene efecto 48 horas después de que los ministros hayan sido informados oficialmente, por lo que analistas políticos no excluyen que Elón maniobre para dificultar la votación prevista para el domingo y, por tanto, que el plan de Sharón salga adelante.
El primer ministro israelí contaba con el apoyo de once de sus ministros y el rechazo de doce, y tras el cese de Lieberman y Elón, cuenta con una estrecha mayoría de un solo voto.
"Necesito una mayoría el domingo y cuando me enteré de que este trío (los ministros de Finanzas, Benjamín Netanyahu; de Exteriores, Silvan Shalóm; y de Educación, Limor Livnat) iba a votar en mi contra, cite a los ministros de la Unión Nacional para mañana a fin de echarles", dijo Sharon anoche en unas declaraciones al diario israelí "Haaretz".
El primer ministro agregó que "no he pasado por alto todos los intentos para llegar a un arreglo, pero había cosas sobre las que no podía retroceder y no lo hice".
Sharon ha cesado de un plumazo a dos ministros ante el fracaso de las negociaciones llevadas a cabo esta semana para convencer al "triunvirato" de que apoye un plan que prevé la retirada de Israel de la franja de Gaza y de cuatro asentamientos en Cisjordania.
La ministra de Inmigración, Tzipi Livni, del partido Likud, fracasó anoche en un intentó por ganar el apoyo de los tres disidentes con una fórmula de compromiso.
Dicha fórmula consistía en aprobar "en general" el plan de Sharon, que además de la retirada militar comprende el desmantelamiento de 21 asentamientos judíos de la franja de Gaza y retrasar la aplicación del plan durante al menos seis meses.
El primer ministro rechazó esta última cláusula y la propuesta del grupo "rebelde" de mantener por el momento los programas de asistencia a los 25 asentamientos que serán evacuados.
Sharon afirmó antes de conocerse el fracaso de esa negociación, celebrada en un hotel de Tel Aviv, que este domingo someterá su plan a votación y que lo hará tal y como lo formuló hace una semana en la reunión semanal del Gabinete Nacional.
El plan, que se negó a negociar con la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y que cuenta con el respaldo de la mayoría de los israelíes, según un sondeo dado a conocer esta semana, prevé la evacuación de todo el territorio ocupado de Gaza y de los asentamientos judíos en los próximos 18 meses, hasta finales de 2005.
No obstante, cada una de las cuatro fases que componen el plan debe ser aprobada previamente por el Consejo de Ministros, lo que es problemático debido a las fuertes divisiones dentro del Likud, que preside Sharón, a quien le espera una dura lucha ante las fuertes presiones de EU, que le insta a cumplir lo pactado.