Dzasójov, que ayer anunciaba la inminente destitución del Gobierno ante varios miles de ciudadanos que exigían también su renuncia.
09 de septiembre 2004.
Moscú, (EFE).- El presidente de Osetia del Norte, Alexandr Dzasójov, decretó hoy la destitución del Gobierno de la república norcaucásica, conmocionada tras el trágico desenlace de la crisis de los rehenes en la escuela de Beslán, pero descartó dimitir él mismo.
"El decreto (de destitución del Ejecutivo en pleno) entra en vigor a partir del (hoy) jueves", indicó el portavoz de la Presidencia noroseta, Igor Dzantíev, según la agencia Interfax.
Dzasójov, que ayer anunciaba la inminente destitución del Gobierno ante varios miles de ciudadanos que exigían también su renuncia, reunió hoy a sus partidarios en Vladikavkaz, capital de Osetia del Norte.
Según Interfax, el presidente afirmó hoy, sobre su propia dimisión, que no se aferra el poder, pero que "ahora sería una locura ceder a la presión de grupos".
"Dimitir ahora sería abandonar al pueblo noroseta y retrasar la investigación sobre los sucesos de Beslán", subrayó.
Dzasójov, único miembro del Politburó de la Unión Soviética que aún permanece en el poder, animó una vez más a la oposición a realizar su propia investigación sobre la actuación de las fuerzas de seguridad en Beslán.
Mientras unas seis mil personas mostraron su apoyo al actual presidente noroseta en la Plaza de la Libertad de Vladikavkaz, varios cientos pedían su dimisión en una manifestación no autorizada por las calles de la capital.
Unas 350 personas murieron en el trágico desenlace de la toma de rehenes en Beslán, donde un comando terrorista presuntamente chechén se había atrincherado con un millar de personas.