AGENCIAS
Cisjordania.- Los soldados israelíes destruyeron ayer dos puestos judíos desocupados en Cisjordania y forcejearon con colonos enfurecidos que buscaban evitar la eliminación de uno de los enclaves.
La medida israelí sobre los puestos, un avance modesto en el cumplimiento de las demandas de Estados Unidos en el estancado plan de paz que impulsa Washington, tuvo lugar en la víspera de una visita de tres enviados estadounidenses a Israel.
Los enviados conversarán con las autoridades israelíes sobre el plan de retirada unilateral de la Franja de Gaza, una iniciativa que defiende el primer ministro Ariel Sharon.
Por su parte el primer ministro palestino, Ahmed Korei, dijo ayer que la retirada de asentamientos de Gaza podría reavivar las conversaciones de paz.
“La propuesta para retirar asentamientos de Gaza puede ser una oportunidad (para reavivar las conversaciones de paz) y todos debemos trabajar en conjunto para aprovechar esta oportunidad de una forma valiente y sabia”, dijo Korei a los legisladores en la ciudad Cisjordana de Ramallah.
Estos son los comentarios más positivos que ha hecho un funcionario palestino sobre el plan de Sharon.
En Cisjordania, los soldados israelíes se movilizaron antes del amanecer para derribar el puesto de Hazon David, cerca de la ciudad de Hebrón.
Los colonos cruzaron un cordón policial y forcejearon con las tropas para obstruir el paso de una topadora mientras ésta destruía una sinagoga improvisada construida con bloques de concreto y lonas.
La eliminación de esta construcción aumentó la ira de los colonos, que ya estaban furiosos por el plan de Sharon -al quien alguna vez cosideraron su paladín- de eliminar los asentamientos judíos de Gaza.
“Para nosotros esto es la profanación de un lugar sagrado. Merece una declaración de luto nacional” dijo un líder del asentamiento, Benny Katzover.
“Haremos todo lo posible por reconstruirla”, agregó en referencia a la sinagoga.
Un segundo puesto fue demolido cuando los soldados levantaron dos contenedores para embarques que estaban siendo utilizados como refugios improvisados en Bat Ayin Oeste, donde no encontraron resistencia, dijo un portavoz de los colonos.
Unos 240 mil judíos viven en los asentamientos de Cisjordania y la Franja de Gaza junto a 3.5 millones de palestinos. Los asentamientos son ilegales para muchos países, una visión que Israel no comparte.
Busca apoyo
El primer ministro judío Ariel Sharon ha propuesto una “separación” de los palestinos porque considera que Israel no tiene con quién negociar por el lado de las autoridades palestinas.
Sharon se reunirá con el presidente de Estados Unidos George W. Bush a mediados de abril para conseguir apoyo a su plan de retirada de los asentamientos de Gaza y continuar con esa iniciativa, a pesar de que una investigación por sobornos podría perjudicarlo políticamente.
El primer ministro espera que el Presidente estadounidense, rechace formalmente el “derecho al retorno” que reivindican los refugiados palestinos.
Según fuentes del Gobierno citadas ayer, por la prensa local, Bush aprobaría esa petición de Sharon a cambio de la retirada militar y de asentamientos israelíes de Gaza y de parte de Cisjordania, incluidos en ese plan unilateral.
El Presidente estadounidense, se cree, se inclinaría por la radicación de los refugiados en el Estado palestino que debe crearse en Cisjordania y Gaza, “al lado de Israel”, territorios que conquistó en la Guerra de 1967 y que, según una “visión de paz” de Bush, debería devolver a sus habitantes palestinos, amplia mayoría en ambos.
En un intento por calmar las críticas internas, Sharon acordó el martes someter su plan a votación en su partido, el derechista Likud.
Las encuestas publicadas ayer por los dos diarios más importantes de Israel reflejaron que el 51 por ciento de los 190 mil afiliados al bloque oficialista de derecha Likud la iniciativa para una “desconexión” unilateral, en contra de la opinión del 36 por ciento de sus militantes.
Esto significa que una mayoría de los militantes y simpatizantes del Likud aprueban la evacuación de la franja palestina de Gaza, el desmantelamiento de al menos 17 de sus 21 asentamientos, así como la retirada del Ejército de las ciudades de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de Cisjordania, puntos esenciales de ese plan.