Aunque los niveles de penetración que actualmente hay en escuelas de la capital respecto al consumo de drogas son bajos, existen casos que dejan ver problemas internos en lo familiar y personal del alumno. Las sustancias más comunes que consumen algunos estudiantes son los inhalantes, la marihuana y el cristal, conforme a las visitas del año anterior y del mes de enero.
Respecto al trabajo de prevención del delito, el jefe de Representación Social de la Procuraduría de Justicia, Sergio Esparza Antuna, señaló que parte del trabajo permanente que se realiza es en las escuelas por la cobertura y el alcance, donde el fenómeno de las drogas inicia o da paso a la delincuencia, sobre todo en lugares de alta marginalidad.
Destacó que mediante las visitas se perciben diferentes problemas que anteceden al hábito de las adicciones, además de situaciones de violencia intrafamiliar y hasta casos de abuso sexual.
Esparza Antuna recordó el caso de una alumna de la Secundaria Técnica número 62, en la colonia Benito Juárez al sur de la ciudad, la cual fue golpeada por dos compañeros, señal de alerta que, como otros casos, amerita un análisis de ver que está pasando tanto al interior de la escuela como en las respectivas familias, dijo.
Por su parte, Sergio Arturo Ortega Alvarado, uno de los instructores que imparten pláticas en los planteles, detalló que algunos planteles, principalmente secundarias, donde es más común, han detectado dificultades, especialmente con los inhalantes y violencia familiar.
De los planteles visitados con este tipo de situaciones son: la Juan Escutia, de la colonia Valle del Guadiana; Ricardo Flores Magón, de la colonia IV Centenario; Revolución Educativa, ubicada en el fraccionamiento Domingo Arrieta; Mártires de Tlaltelolco, en la colonia Emiliano Zapata; escuela secundaria técnica número Uno, de la zona centro, y las primarias Cuitláhuac y Dra. Margarita Gómez Palacio, en las colonias Azcapotzalco y Luz y Esperanza, respectivamente.
Por la etapa llena de cambios que implica la adolescencia, apuntó, es un tiempo susceptible para las adiciones, sobre todo si existen dinámicas familiares disfuncionales, como problemas de alcoholismo, doble pareja por alguno de los cónyuges, desatención por el trabajo de ambos y el factor ?amigos? con quienes se juntan y pasan la mayor parte del tiempo.
Dependiendo del problema hay temas específicos para abordar desde tres puntos, dijo, por la prevención si no hay drogas o violencia en el interior; fortalecimiento en caso de que exista el problema y atención cuando las circunstancias son graves y haya una cantidad determinada de alumnos que la consuman o generen problemas por ello. De ahí se detectan y se canalizan a la instancia adecuada.
Las zonas de concurrencia de los casos coincidió con el área que Seguridad Municipal tiene detectada dentro del mapa delictivo como la zona número Cuattro, que abarca la mayor parte de los asentamientos del sur de la ciudad.
Indicó que durante el mes de enero se atendieron 17 grupos en siete planteles. Con una cobertura de 479 personas, el 70 por ciento fueron alumnos; el 19 por ciento, padres de familia, y el resto, maestros.
COLABORACIÓN
Ubicarán planteles por áreas de incidencia delictiva
En colaboración con la Secretaría de Educación del Estado, la oficina de Representación Social tiene los datos para ubicar conforme a la incidencia delictiva de las diferentes áreas y zona habitacionales de la capital; con ello antes de finalizar la presente administración pretenden aumentar la cobertura de escuelas del nivel básico, principalmente.
Con el mapa de las zonas escolares de la secretaría, según lo dio a conocer Esparza Antuna, se tiene la intención de atender los focos de alerta y donde el problema de drogas, violencia o pandillas dentro y fuera de las escuelas registre un nivel para considerar necesaria la intervención.
