En Durango operan tortillerías en la clandestinidad y al margen de la regulación y el control de las autoridades, denunció la industria formal de la masa y la tortilla.
Dicho sector reconoce que la erradicación de este problema sigue siendo una asignatura pendiente, puesto que está vigente en las colonias populares y en los poblados rurales, con un impacto negativo para los negocios establecidos, pues los informales venden el producto hasta un 30 por ciento más barato, al estar en condiciones de reducir costos por la mala calidad de los insumos que utilizan.
La dirigencia estatal de la recién creada Integradora Regional de Industriales de la Masa y la Tortilla reconoció que en la ciudad de Durango hay fábricas que a escondidas producen este tipo de insumos para el consumo familiar, sin cumplir con ninguna normatividad y, por ende, con el riesgo para el consumidor ante la mala calidad de los productos.
Denuncian que estas tortillerías clandestinas trabajan al interior de casas-habitación, y ya cuando el producto está elaborado, lo comercializan en forma ambulante en las calles de colonias populares y poblados rurales.
Mientras el marco regulatorio es vasto en lo que respecta a la operatividad de las industrias con este giro, al margen de la ley hay empresarios de la economía informal que elaboran y venden tortillas con un amplio margen de utilidad, en comparación con los tortilleros que sí son revisados por las autoridades, tanto administrativas como de salubridad.
?El problema de los vendedores ambulantes de tortillas ya lo tenemos. Por eso queremos que se solucione en forma integral la problemática que rodea a nuestro sector?, dijo el líder de la Empresa Integradora Regional de Industriales de la Masa y la Tortilla, Antonio de la Torre.
Dijo no poder identificar cuántas camionetas circulan en las calles de colonias populares y poblados rurales con la venta ambulante de tortillas fabricadas a base de nixtamal; tampoco sabe cuál es la ubicación exacta de ese tipo de negocios rodantes, prohibidos según los lineamientos de la Norma Oficial Mexicana que regula la fabricación de masa y tortilla.
Antonio de la Torre se dijo en contra de que sigan vigentes los negocios informales que provocan una competencia desleal hacia el resto de los industriales que sí operan abiertamente y en cumplimiento a las normas administrativas y de sanidad, dado que por la evasión fiscal, de obligaciones patronales y por la mala calidad de sus insumos, están en condiciones de ofrecer al público tortillas más baratas, pero de mala calidad.
¿Cómo operan?
Según la Integradora Regional de Industriales de la Masa y la Tortilla, es compleja la forma de operar de las tortillerías clandestinas:
Son las llamadas tortillerías a puerta cerrada, pero se puede decir que son clandestinas, porque operan al margen de la ley y de las autoridades.
Al no pagar impuestos ni cumplir con los requerimientos de las instituciones públicas que regulan esta actividad, violan las normas pero obtienen más ganancias.
Están en condiciones de ofrecer sus productos hasta un 30 por ciento más baratos que el resto de las negociaciones establecidas formalmente.
Sus métodos de comercialización no son los convencionales; emplean vehículos para vender las tortillas en forma ambulante, por las calles.
La nueva Norma Oficial Mexicana regula incluso la venta de estos productos en las misceláneas, pero escapa de las autoridades la venta ambulante.
Esto se suma a que el exceso de tortillerías formales y la mala ubicación de éstas es un problema presente en aproximadamente un 40 por ciento de los casos formales.
