Marsella, Francia (SUN-AEE).- Un niño de 13 años, al volante de un poderoso Mercedes Benz, y su pasajero de 10 años, fueron detenidos al término de una persecución policial que duró más de 15 minutos en una autopista de Marsella (sureste).
Los policías de la brigada anticriminal (BAC) quedaron intrigados por la conducción peligrosa de un Mercedes último modelo, matriculado en Alemania, que circulaba en las inmediaciones de un centro comercial.
Al verse perseguido por la policía, el conductor del vehículo entró en la autopista y no se detuvo hasta 15 minutos después.
Los policías descubrieron con sorpresa que se trataba de dos niños: Tony, el chofer, dijo tener 13 años y su pasajero, Bruno, 10. Ambos sin papeles, provienen de la comunidad gitana yugoslava y explicaron que vivían en un campamento, pero no se encontró ningún rastro de sus padres.
El más joven fue trasladado a un centro para menores, mientras que el mayor tendrá que presentarse el 13 de noviembre ante el juez de menores.