El incidente se tornó violento cuando los jugadores se acercaron al área de gradas.
OAKLAND, EU.- Los Atléticos de Oakland y los Rangers de Texas expresaron ayer opiniones divergentes sobre quién tuvo la culpa del altercado en las gradas que llevó al arresto del relevista Frank Francisco por lanzar una silla que golpeó a una mujer y le rompió la nariz.
Dave Rinetti, vicepresidente de los Atléticos para operaciones del estadio, dijo ayer que una revisión de la gresca del lunes en la noche –que ocurrió en las gradas bajas entre el banco de Texas y el bullpen– mostró que el comportamiento de los fanáticos no violó las normas establecidas por el estadio.
"El incidente se tornó violento cuando los jugadores se acercaron al área de gradas", dijo Rinetti antes de que ambos equipos jugasen el segundo partido de una serie de cuatro.
Rinetti subrayó que los fanáticos no estaban gritando ofensas ni groserías a los jugadores.
Pero el manager de los Rangers, Buck Showalter, apuntó de inmediato a los problemas previos que el equipo ha tenido en Oakland Coliseum. Dijo que los Rangers habían pedido más seguridad en el área, pero Rinetti dijo que ni él ni su personal de seguridad habían recibido un pedido semejante.
Aún así, los Atléticos reforzaron las medidas de seguridad por el resto de la serie –y probablemente por el resto de la campaña.
Francisco fue detenido ayer por agresión, y la mujer herida, identificada por su abogado como Jennifer Bueno, de 41 años, desea que el serpentinero sea enjuiciado. También es posible una demanda civil, toda vez que la mujer necesitó tratamiento médico.
Francisco quedó en libertad tras pagar una fianza de 15,000 dólares, y las grandes ligas iniciaron una investigación del incidente.
Tras el partido, el mánager Showalter dijo que los fanáticos se sobrepasaron.
"Fue algo bastante exagerado con respecto a las tonterías que suelen decirte los fanáticos. Siempre hemos tenido problemas cuando venimos aquí", añadió.
Ayer, el propietario de los Rangers Tom Hicks pidió disculpas.
"A nombre de los Rangers de Texas, quiero disculparme por la conducta de algunos de los integrantes de nuestro club anoche en Oakland. Su comportamiento, especialmente al herir a un aficionado, es inaceptable. Aún en una situación difícil... los jugadores no deben dejarse provocar", dijo Hicks en un comunicado de prensa.
