En la Laguna se han desarrollado las ramas de alimentos, ropa y muebles.
La competencia desleal se ha convertido en el principal problema de estas empresas especializadas.
El Siglo de Torreón
COMARCA LAGUNERA.- Alrededor de los niños crece en forma acelerada el sector industrial, comercial y de servicios especializados en este nicho de mercado.
Aún cuando no existe en operación una planta o taller en la zona, especializado en la fabricación de juguetes, crecen aquellas ramas relacionadas con la elaboración de helados, bebidas, comida rápida, dulces, ropa y muebles.
En la Comarca Lagunera el número de industrias especializadas en atender las necesidades de un mercado creciente son pocas dentro de los directorios de las cámaras y organismos empresariales de la región.
No obstante, es un nicho de mercado que muestra mayor fuerza en el ramo comercial y de servicios de franquicias, particularmente con la apertura de nuevos centros comerciales de la ciudad, en donde es posible encontrar desde una estética hasta un centro de diversiones exclusiva para ellos.
En una consulta a los bancos de datos de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación, delegación Torreón y Gómez Palacio, dentro de los nombres de los negocios obtenidos se encontró a: fabricantes de dulces, paletas y helados, jugos, frituras, ropa y literas.
Algunos de ellos son empresas que ya son una tradición para los laguneros, como el caso de Nieve Estrella o Dulces Fiesta. Sin embargo, no existen opciones en la elaboración de juguetes, particularmente didácticos, los cuales están de moda y se venden en la ciudad, por lo que son traídos de otras ciudades.
La radiografía económica de estos negocios no es nada buena, ya que enfrentan una competencia desleal con la importación de productos chinos, quienes incumplen con las normas oficiales mexicanas. Algunas ramas, como la de los dulces, ha sido muy sensible no sólo al factor anterior, sino por la pérdida del poder de compra. Las ventas han venido de más a menos durante los dos últimos años.
Las tendencias dentro del mercado que se han observado en algunas industrias son: no ser tradicionalistas e innovar productos o servicios, incluso hay proyectos para vender franquicias dentro y fuera de La Laguna. Lamentablemente, muchos de los empresarios desean hacer cambios de fondo, pero la principal limitante que existe es la falta de recursos para adquirir tecnología de punta y hacer frente a los productos italianos o chinos que han inundado el mercado con sus bienes.
La invasión china
La industria del juguete, es una de las ramas productivas más identificadas con la niñez. Desafortunadamente en México es una actividad que ha venido decreciendo, ritmo que se ha acelerado, a través de las importaciones de productos chinos, casi su extinción tras la firma del Acuerdo de Libre Comercio.
Durante el primer semestre de 1997, la industria del juguete, discos y regalos reportó un balance negativo de crecimiento de menos 1.9 por ciento. Las cifras son escalofriantes: a principios de los años noventas operaban cerca de 400 fabricas de juguetes en el país, en 1999 la cifra bajo a 75.
Los datos consultados en distintas fuentes, como la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete y las direcciones de análisis de varios grupos financieros del país, no son recientes y, tal vez se explique por la desaparición, casi total, de esta actividad dentro del mercado nacional.
La radiografía más reciente de esta industria del juguete en México está integrada por pequeñas y las subsidiarias de compañías multinacionales, como Matell y Hasbro. Las denominadas maquiladoras que operan en la franja fronteriza en el norte del país, ensamblan importantes volúmenes de juguetes por cuenta de terceros.
Una lenta desaparición
A principios de la década, existían alrededor de 400 fabricantes registrados ante la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete. Sin embargo, paulatinamente no sólo han venido desapareciendo los más pequeños, sino que también cerraron empresas bien establecidas, las cuales fueron absorbidas por grandes corporaciones del juguete o se convirtieron en importadores.
No obstante, a ello, los productos mexicanos son competitivos en materiales de plástico inyectado, inflables, rodados y modelos a escala. De igual manera destaca la producción de globos y canicas, productos con los cuales se ha logrado penetrar en los mercados externos.
En contra parte, en los juguetes electrónicos prácticamente no son elaborados internamente.
En 1994, la producción de pelotas, autos, muñecas, juguetes educativos, bicicletas y triciclos, lograron abarcar la totalidad de la producción local.
Los especialistas consideran que a partir de que México abrió su mercado al resto del mundo, las importaciones han incrementado significativamente su participación en el mercado interno. En 1991, éstas representaban cerca del 26 por ciento del mercado mexicano de juguetes y en 1994 dicha participación se elevó a un 60 por ciento. La tendencia se mantuvo hasta 1996.
Sin embargo, el mercado mexicano ha sido invadido por importaciones ilegales, como lo son los peluches, los inflables, los electrónicos y juguetes simples de plástico.