Bush desea que la NASA use la Luna como plataforma para misiones más extensas a Marte y a otros rincones del sistema solar.
14 de enero de 2004.
Washington, (EFE).- El presidente de EEUU, George W. Bush, propuso el retorno del hombre a la Luna hacia 2015 y establecer allí una base para una misión tripulada a Marte, en un intento de dar al país nuevos objetivos y marcar una nueva era en el espacio.
"Ha llegado la hora de que Estados Unidos emprenda el próximo paso" en la exploración espacial, dijo Bush al anunciar una nueva política espacial en la sede de la NASA.
Para estas misiones, Estados Unidos va a desarrollar un nuevo Vehículo Tripulado de Exploración (CEV, siglas en inglés), cuyo primer ensayo debe tener lugar para el año 2008, y que sustituirá a la actual flota de transbordadores, que sería "jubilada" hacia 2010.
Bush dijo que los transbordadores deben volver al espacio "lo antes posible" para completar la construcción de la Estación Espacial Internacional (ISS, siglas en inglés) en 2010 y luego retirarlos.
"Vamos a cumplir las obligaciones con nuestros 15 socios" en la estación espacial, aseguró el presidente acerca del compromiso de Washington con esa instalación.
A partir de entonces, el principal objetivo de la política espacial de EEUU será el de los vuelos tripulados a la Luna y Marte.
En primer lugar, Estados Unidos desarrollará el CEV, cuya misión inicial será la de viajar a la estación orbital, pero cuyo objetivo final será llevar astronautas, primero a la Luna y luego más allá.
La primera misión tripulada del nuevo vehículo está prevista para el año 2014, mientras que el retorno del hombre a la Luna sería entre 2015 y 2020 como muy tarde.
En la Luna, el objetivo será "vivir y trabajar durante largos períodos de tiempo", indicó Bush, quien aseguró que la presencia por largo tiempo en el satélite reducirá el coste de las misiones más ambiciosas.
Añadió que la Luna sería el punto de lanzamiento de las misiones a Marte, un objetivo con el que quiso emular al presidente John F. Kennedy cuando, en 1961, estableció la meta de llevar un hombre a la Luna, hecho que se materializó el 20 de julio de 1969.
En contra de lo indicado inicialmente, el presidente no precisó cuándo se podrían producir los primeros vuelos tripulados a Marte, pero fuentes de su administración apuntaron que se esperan para el año 2030, fecha avanzada inicialmente por fuentes oficiales.
Para ello, Bush propuso aumentos modestos del presupuesto de la NASA, de sólo un cinco por ciento anual durante los próximos tres ejercicios y de un uno por ciento en cada uno de los dos años siguientes.
Según la Casa Blanca, sólo harían falta 1.000 millones de dólares en nueva financiación durante los próximos cinco años.
A partir de entonces, la NASA podría destinar a estos nuevos y ambiciosos objetivos el dinero que ahora gasta en el mantenimiento y las misiones de los transbordadores y la construcción de la ISS.
Estas propuestas de Bush han sido acogidas con entusiasmo por la NASA y las organizaciones que promueven la exploración espacial, que ven por fin un horizonte claro y definido al que dirigir los esfuerzos en este campo.
"Hasta ahora, hemos estado dando vueltas alrededor de la Tierra", señaló a EFE John Logsdon, director del Instituto de Política Espacial de la Universidad George Washington, quien cree que la ISS "es poco excitante".
En cambio, la posibilidad de un fuerte aumento de los gastos en el espacio ha sido criticada, al unísono, por la oposición del Partido Demócrata y por centros de estudios conservadores, que temen una vigorosa alza en el déficit presupuestario récord.
"Los planes espaciales de Bush no son de este mundo", considera el Instituto Cato -una entidad privada de estudios políticos y económicos- que pide una reforma total de la NASA para que el proyecto pueda tener visos de éxito y no haya "otro costoso fracaso burocrático".
Por su parte, el senador demócrata Bill Nelson (Florida) consideró que es imposible que con el aumento de fondos propuesto por Bush se pueda enviar una misión a Marte.
A pesar de todo, Bush salió al paso de las críticas acerca del coste de las misiones y de que ese dinero se podría emplear mejor en programas sociales, como la educación y la sanidad, más aún en momentos en que el Gobierno de EEUU tiene déficit récord.
La exploración e investigación del espacio han traído "beneficios tangibles que mejoran nuestras vidas de formas innumerables" mediante nuevas invenciones y tecnología, afirmó el presidente.