31 de enero de 2004.
Bagdad, (EFE).- Dos atentados distintos sacudieron de nuevo Irak y dejaron doce muertos -nueve iraquíes y tres soldados estadounidenses- y decenas de heridos.
Al menos nueve personas murieron en la ciudad norteña de Mosul al hacer explosión un coche bomba en una comisaría de policía del barrio de Zaqafa.
En otro incidente, tres soldados norteamericanos murieron en una emboscada en la carretera que une las ciudades de Tikrit y Kirkuk.
En Mosul, la tercera ciudad del país, un coche cargado de explosivos y aparentemente guiado por un conductor suicida, se estrelló contra la barrera de seguridad de una comisaría de policía antes de activar la bomba, según han relatado testigos presenciales.
La explosión, ocurrida a las 10.30 hora de Bagdad, ha tenido lugar en sábado, día de paga de los policías iraquíes, por lo que las dependencias policiales estaban a esa hora muy concurridas.
Según la cadena de televisión árabe Al Yazira, se han encontrado fragmentos del coche bomba a más de 300 metros del lugar del atentado.
Restos humanos quedaron esparcidos en una amplia zona enfrente del edificio donde un oficial, que requirió el anonimato, aseguró que la explosión fue tan fuerte que no solo afectó a la gente que se encontraba en la calle, sino que llegó a provocar muertos dentro de la comisaría.
Fuentes hospitalarias en Mosul han declarado que hay al menos otras 45 personas ingresadas a consecuencia de las heridas recibidas en el ataque.
Grandes columnas de humo eran visibles aún sobre la zona a mediodía de hoy. Varios vehículos quedaron destrozados al igual que las ventanas de los edificios colindantes.
La comisaría se halla junto a la Gran Mezquita de la ciudad y a una estación de autobuses, y también la Universidad de Mosul se encuentra en las cercanías.
Aunque según fuentes militares norteamericanas no había efectivos de esa nacionalidad en los alrededores a esa hora, la zona fue rápidamente acordonada por soldados de la Coalición.
Las comisarías de policía son unos de los objetivos más frecuentes de la resistencia iraquí contra las tropas de la Coalición y sus aliados iraquíes desde la caída del régimen de Saddam Hussein.
La mayoría de los ataques se han producido con coches bomba o mediante artefactos caseros que han causado la muerte de cientos de civiles en todo el país.
El ataque más letal desde el final de la guerra se produjo el pasado 13 de diciembre cuando otro coche bomba mató a 31 personas e hirió a mas de 120 a las puertas del cuartel general de la Coalición en Bagdad.
Según el Ejército norteamericano, también este sábado, tres soldados norteamericanos murieron cuando una bomba ha hecho explosión al paso de un convoy de la Cuarta división de infantería que se desplazaba desde la ciudad de Tikrit, cuna del depuesto líder iraquí, Saddam Hussein, hacia Kirkuk.
La zona entre Tikrit y Kirkuk ha sido frecuentemente escenario de ataques contra las tropas estadounidenses, y se considera que la mayor parte de la población en el área es partidaria del régimen depuesto.
Se da la circunstancia de que los ataques se producen en la víspera del Aid al-Adha, o Fiesta del Sacrificio, una de las más importantes fiestas del calendario musulmán que recuerda el sacrificio de Abraham.
La resistencia iraquí ha actuado a menudo en fechas igual de señaladas, como el ataque contra un restaurante la pasada nochevieja o el primer día del mes de Ramadán, cuando varias agresiones coordinadas causaron la muerte a 35 personas en Bagdad.