El gobernador de Chihuahua Patricio Martínez reiteró ayer que dejará la política al concluir su gestión y reclamó que las autoridades federales no hayan investigado a fondo el atentado en su contra perpetraron.
“Ese es un asunto (su atentado) que nunca se investigó, en el que no se hizo ninguna colaboración y que se quedará ahí para que, así como la justicia divina actuó a favor de la víctima y le devolvió la vida, la salud y la capacidad de trabajar para llegar hasta el final de su mandato, así, con esa justicia divina me quedo.
“Si la justicia en este país no quiso escarbar en los insondables espacios del mundo del crimen organizado y la política combinados, no quiso buscarle a los políticos asociados con el bajo mundo que estuvieron en esto, no importa, con la justicia divina yo me he conformado”, dijo el Gobernador.
Tras votar en la capital del estado, Martínez dijo que lo más difícil que enfrentó durante su Gobierno fue la maledicencia y el rumor.
“Lo más difícil fue enfrentar la perversidad, la maledicencia, las lenguas viperinas, enfrentar el rumor institucionalizado, enfrentar la baja ralea de quienes en la política pretenden vencer sobre la base no de convencer, sino de herir, ofender, asaetear, lo mismo con balas de plomo, que con balas al cuerpo, que con balas al alma”, reclamó.
Se descartó como precandidato presidencial del PRI, “porque eso significa más que querer”, ya que reconoció que “el horizonte político es complicado”.