LONDRES, INGLATERRA, (EFE).Ser actor "es labor de niños", afirma Johnny Depp, que lo compara a "un juego divertido como es el de ser irresponsablemente responsable".
"Para mí es también la vía hacia otro tipo de educación. Uno investiga (determinados papeles) y por el camino aprende muchísimo", señala Depp en declaraciones al diario británico The Daily Telegraph.
El actor acaba de interpretar en su último filme -Encontrando el País de Nunca Jamás- el papel de JM Barrie, el autor británico que escribió Peter Pan, el cuento del muchacho que no quiso crecer.
Barrie era un escocés algo excéntrico, infeliz en el matrimonio, que sólo se animaba jugando con los niños, y Depp confiesa que sus propios hijos juegan un papel importante en su vida.
Tiene dos, fruto de su relación con la actriz francesa Vanessa Paradis, y los adora. Incluso tiene tatuado en el brazo el nombre de su pequeño Jack, de dos años mientras que en la muñeca lleva un brazalete de cuentas de colores, regalo de su hija, Lily Rose, de cinco.
"Ser padre me ayudó mucho a hacer ese papel. Uno pasa como mínimo doce horas al día con un grupo de niños y aprende mucho, poniéndose a su mismo nivel, haciendo cosas que ellos querían que hiciese, riendo con ellos. Fue delicioso", confiesa.
Depp dice adorar los cuentos de hadas y cuando hizo su famosa película Eduardo Manos Tijeras, de Tim Burton (1990), leyó una obra del famoso psicoanalista Bruno Bettleheim dedicada precisamente a ese género literario.
