La pasión según Gibson en cine sigue dando de qué hablar.
Agencias
RÍO DE JANEIRO, BRASIL.- Para el teólogo brasileño Leonardo Boff, uno de los ideólogos de la Teología de la Liberación, el filme de Mel Gibson La Pasión de Cristo es "excesivo", "sublevante" y "sádico" y tiene poco que ver con los relatos evangélicos de la Pasión.
En un artículo publicado bajo su firma en el matutino carioca Jornal do Brasil, Boff afirma que el filme muestra "la Pasión de Mel Gibson" por la sangre, por el látigo, por la tortura y por la cruz y se pregunta cómo Cristo podría haber soportado lo que muestra el film sin morir "algunas veces".
Según él, la película muestra "el dolor por el dolor, la sangre por la sangre, la cruz por la cruz" y el resultado es "grotesco y sublevante", por lo que aquí se trata de un Dios "cruel y sanguinario" que no es el Dios de Jesús, es el Dios de Mel Gibson.
"Se trata de una versión enfermiza de la Pasión de Cristo, lejos de la versión moderada y digna de los cuatro evangelistas".
El teólogo brasileño afirma que "la versión gibsoniana es errónea, pues destruye la imagen que Jesús nos legó de Dios, como Padre de infinita ternura".
Para él, lo importante es no disociar la Pasión de Cristo de su vida ni de su compromiso, "pues es con esa vida y con ese compromiso que (el sacrificio de la Cruz) cobra su sentido de comunión con la pasión dolorida del mundo".
Bate records en Italia
La controvertida película de Mel Gibson, La Pasión de Cristo, batió todos los records en su estreno en Italia, informaron medios italianos.
El miércoles, primer día de exhibición, unas 250 mil personas acudieron a las 663 salas en las que se proyectaba la cinta en todo el país.
Los ingresos totales fueron de 1.2 millones de euros (unos 1.4 millones de dólares), a pesar de que los cines italianos aplican los miércoles un descuento del 30 por ciento.
De esta manera, La Pasión de Cristo supera a la tercera parte de El Señor de los Anillos, El Retorno del Rey, que en enero ingresó 1.1 millones de euros (unos 1.3 millones de dólares) el día de su estreno.
La cinta de Gibson se rodó en los estudios Cinecittà de Roma y la ciudad de Matera, en el sur de Italia.
