BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Los médicos que asisten a Diego Maradona en la clínica Suizo Argentina de Buenos Aires estudian la posibilidad de trasladarlo a un centro de rehabilitación de adictos a las drogas.
Maradona presenta “un cuadro cardiológico y respiratorio estabilizado”, según el parte médico de la Suizo Argentina, en la que fue ingresado el miércoles tras seis días de permanencia en una finca situada en los alrededores de Buenos Aires.
El mismo parte indica la posibilidad de su traslado a otro sanatorio mientras algunos allegados al ex jugador señalaron que lo que más preocupa a su médico personal, Alfredo Cahe y a sus familiares más cercanos es el síndrome de abstinencia a las drogas que padece en estos momentos.
Las impulsivas decisiones de Maradona, que se retiró de la clínica la semana pasada sin el alta médica y tuvo que retornar a ese centro el jueves último con las primeras luces del día, han desatado todo tipo de versiones sobre sus próximos pasos.
Su retorno a Cuba, donde vive desde hace cuatro años, no parecía tan inminente anoche.
En el sanatorio se afirma que “Pelusa” está de muy mal humor, como cuando recobró la lucidez tras una semana en la que fue asistido por un respirador mecánico por una severa crisis cardiorrespiratoria.
En las últimas horas del día, los periodistas apostados en los alrededores de la clínica no pierden de vista el portal del garaje, donde se presume que un vehículo sacará de ese lugar al astro de un momento a otro.
Entre la resignación y el disgusto
Una mezcla de resignación y disgusto parece haber invadido a los seguidores de Diego Maradona, cuya presencia a las afueras de la clínica de Buenos Aires, donde está internado el ex jugador, es mucho menos masiva que en su anterior hospitalización.
El ex futbolista argentino fue ingresado el miércoles, en la unidad de cuidados intensivos de la clínica Suizo Argentina, la que había abandonado sin el alta médica el último jueves tras permanecer doce días por una severa crisis cardiorrespiratoria.
Su médico personal, Alfredo Cahe, señaló que Maradona había sido hospitalizado para hacerse un chequeo antes de viajar a Cuba, aunque reconoció que el sobrepeso le había provocado “una exageración de fatiga”, cuando se le consultó sobre las dificultades para respirar del astro.
Horas después, el informe médico del sanatorio indicó que su ingreso se debió a una “transgresión alimentaria”, con lo que se dio a entender que el ex futbolista se excedió en la comida, lo cual le provocó dificultades respiratorias debido a su sobrepeso.
Una gran cantidad de periodistas volvió a apostarse a las afueras del sanatorio, pero esta presencia masiva de los medios de prensa no fue imitada por los fanáticos del ex jugador.
Según informa ayer la prensa de Buenos Aires, en ningún momento hubo más de cincuenta personas en las puertas de la Suizo Argentina, cuyas autoridades se vieron nuevamente obligadas a reforzar la seguridad y a colocar un vallado de contención.
“No me sorprende que Diego haya regresado a la clínica. Es evidente que no se cuida”, señaló una joven entrevistada por la televisión, quien dijo haberse quedado “una noche entera” afuera de la clínica cuando Maradona fue ingresado por primera vez, el pasado 18 de abril.
“Se tiene que cuidar, así no va a llegar muy lejos. No se puede escapar del tratamiento para irse a jugar al golf y a comer asados”, comentó otro fanático al diario “La Nación”.
Incontrolable
El ex futbolista argentino Diego Armando Maradona está "incontrolable" y se resiste a seguir internado en la Clínica Suizo Argentina, donde causó varios destrozos en su habitación, informaron ayer medios locales.
Los canales de televisión argentinos aseguraron que se vive una "fuerte tensión" en el cuarto piso del centro asistencial, al cual ingresó Maradona la víspera debido a problemas de salud generados por el exceso de comida y alcohol que consumió en las últimas horas.
Las versiones de los medios señalan que Maradona rompió las lámparas de su habitación y que le pide a su médico personal, Alfredo Cahe, que lo saque de la clínica, situación que habría llegado a un nivel "insostenible e inmanejable" para los médicos y sus allegados.