EL SIGLO DE TORREÓN
Según estudios, en los tres primeros años de vida se deciden las características más importantes de la personalidad humana. Se ha descubierto que para que una persona sea feliz y plena no importa tanto el coeficiente intelectual que ésta tenga, sino que viva conectado a sus sentimientos.
La Inteligencia Emocional es entonces el saber expresar los propios sentimientos, entender los ajenos, controlar el mal humor, tolerar la frustración, ser agradable a los demás, así como saber resolver problemas de manera positiva.
Las emociones son tan reales en nuestro ser que al percibirlas, creamos nuevas conexiones neuronales y generamos sustancias bioquímicas en el cerebro, sobretodo en las primeras etapas de nuestra vida, según una publicación en la revista Viva.
He aquí la importancia de aplicar la Inteligencia Emocional para educar correctamente a nuestros hijos en todas las etapas de la vida. Pero sobre todo los padres de niños pequeños, quienes deben transmitirles amor, paz, aceptación; a través de abrazos, cariños, palabras tiernas para que se sientan seguros, aprendan a demostrar su cariño y a hacer felices a quienes les rodean. No hay que olvidar que nunca se debe escatimar en el amor.
Bajo esta premisa, el Instituto Superior de Estudios Para la Familia Juan Pablo II a través de Familia Mexicana (FAME) Torreón, ofrece un diplomado en torno a este tema, el cual se llevará a cabo los días nueve y diez de septiembre. Informes en FAME.
