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Diseños 'familiares' para cohetes a Marte

CABO CAÑAVERAL, EEUU, (Reuters) - La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) de Estados Unidos está a un poco más de un año de detallar su próximo gran paso en las misiones a la Luna y Marte, pero las empresas del sector aeroespacial están listas para competir por contratos lucrativos.

Casi todas las grandes compañías aeroespaciales ya tienen una idea clara de cómo serían los cohetes que impulsarían las misiones más allá de la órbita terrestre.

"Esperen lo conocido" fue la frase de moda entre los representantes de la industria aeroespacial que asisten al Cuadragésimo Primer Congreso del Espacio, que se realiza en la localidad de Cabo Cañaveral, en el estado norteamericano de Florida, sede del Centro Espacial Kennedy.

En lugar de un programa para producir un nuevo "supercohete", como el gigantesco Saturno 5 de la década de 1970, esta nueva iniciativa muy probablemente utilice la tecnología conocida de los transbordadores espaciales y los cohetes no recuperables que ya son imágenes conocidas en la costa de Cabo Cañaveral.

Representantes de Boeing Company -BA.N- y Lockheed Martin Corporation -LMT.N- dijeron que sus compañías están en la búsqueda de un nuevo diseño de cohetes, pero estuvieron de acuerdo en que la construcción de nuevos sistemas partiendo desde cero, incluidos la planta de fabricación y las instalaciones para el lanzamiento que se necesitarían, podrían resultar prohibitivos por los elevados costos.

"Claramente, uno de los desafíos es asegurarnos que quede dinero suficiente para la exploración del espacio después de haber construido un vehículo de lanzamiento", dijo Michael Gass, vicepresidente de transportación espacial en Lockheed Martin.

"Tenemos que recordar que se trata de exploración espacial, no se trata de (las carabelas de Cristóbal Colón) La Niña, La Pinta y La Santa María", explicó Gass.

Uno de los puntos principales de la propuesta del presidente George W. Bush era que la iniciativa, a diferencia del programa Apolo, avanzaría con sólo pequeños y estables incrementos del presupuesto anual de la NASA.

Los primeros años serán los más difíciles. Mientras el programa de transbordadores espaciales todavía funcione y la Estación Espacial Internacional (EEI) se encuentre en proceso de construcción, representarán el consumo de la mayor parte del presupuesto de la NASA.

Tanto Boeing como Lockheed miran a sus nuevas generaciones de cohetes no recuperables, como el Delta 4, de la Boeing, y el Atlas 5, de la Lockheed, para ver si pueden ser utilizados en el nuevo programa espacial.

El problema es que ambas compañías --junto con ATK Thiokol, una unidad de Alliant Techsystems Inc -ATK.N- tienen también equipos que trabajan para determinar si los sistemas de los transbordadores espaciales se podrían reconfigurar para hacer el trabajo.

La ventaja es que hay un edificio --uno de los mayores jamás construidos-- para el ensamblaje de vehículos espaciales en el Centro Espacial Kennedy, las dos plataformas de lanzamiento del transbordador están también allí y continuarían siendo utilizadas, además de contar con los ingenieros y técnicos que han trabajado en el programa de transbordadores durante décadas.

"Tenemos que sacar todo el provecho de lo que tenemos hoy.

¿Cómo hacemos para utilizar al máximo todo lo que ya tenemos, lo que ya sabemos y lo que ya sabemos hacer?... Ya veremos", dijo.

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