Calles están casi en el abandono total
Las buenas intenciones de mejora no han sido suficientes. Ante la crítica social, la pésima imagen de la Ciudad Industrial se disfraza durante unos días. Luego, la realidad regresa: lámparas que no funcionan, basura amontonada, pastizales silvestres crecidos, abandono casi total.
El corredor lateral de una escuela de bachillerato técnico forestal se convierte cada noche en boca de lobo. Las luminarias no faltan, pero sí fallan. Y no es una, son todas. Ese mismo camino es uno de los tres principales accesos al Conalep y a la Ciudad Industrial. A nadie le importa reponer las lámparas rotas.
Entrada y salida
Es calle Manganesio. A pesar de que es el recorrido de entrada y salida de un importante número de estudiantes, académicos, trabajadores y empresarios, su panorama resulta desolador. Los baches en el pavimento son añejos. A ese deterioro del asfalto ya le llaman baches por su apariencia.
Calle Plutonio alberga a media docena de empresas de diferentes giros productivos y comerciales. A pesar de que se trata de la zona de la ciudad que aglutina al aparato económico de Durango, ésta como casi todas las calles se percibe desierta cuando solamente se observan los rescoldos del descuido y la falta de interés.
EL CRECIMIENTO
Durango es una ciudad que ciertamente ha crecido poco a nivel industrial y económico en los últimos años. Su zona dedicada a la concentración de industrias y bodegas no aumenta, no mejora.
Por el contrario, las condiciones actuales en las que se encuentra ese segmento de la mancha urbana aparentan ser muy similares a las de hace un buen tiempo, excepto por el pavimento hidráulico de reciente aplicación en tan sólo unas calles, y por la escasa presencia de servicios de limpia, alumbrado y áreas verdes.
EJEMPLO DE VISIÓN
El municipio de Gómez Palacio ha puesto el ejemplo de visión a mediano y largo plazos en el equipamiento de su zona industrial. Lo hizo hace años y la condición pujante de su economía se debe en gran medida a la cercanía con Torreón y con el corredor económico del que forma parte buena parte de Coahuila.
La diferencia es que allá sí hay más movimiento y desarrollo, dirían los empresarios y los industriales duranguenses. Pero al ver el aspecto de la Ciudad Industrial de Durango, queda claro que a muy pocos les interesa mostrar como atractivo para los inversionistas ese predio urbano del norte de la ciudad.
Recorrer calle Aluminio, como casi cualquier otra arteria de la Ciudad Industrial, implica esquivar hoyancos diseminados por doquier; también requiere estómago de conformista para asimilar que así es y así debe ser un parque industrial de una localidad que busca el desarrollo, según se dice, con gran ímpetu.
GRANDES EXTENSIONES
Todavía hay grandes extensiones de terreno que están en el olvido, como si no tuvieran dueño o no hubieran transcurrido las tres décadas de vida que tiene la que pomposamente tiene el nombre de Ciudad Industrial.
El aspecto aparenta que ni una sola empresa más se ha instalado en la actualidad, a comparación de cuando se inició la ocupación de esta zona de la mancha urbana. Y si así es, otras se han ido.
Abundan los lotes abandonados, los terrenos que todavía tienen mezquites como decoración de campo silvestre, las propiedades que están en el completo olvido. Se tratara de un pequeño segmento dedicado a la industria y a la economía. Su creación se hizo con una visión limitada que a la larga ha resultado realista. Parece no ser necesario aumentar las dimensiones territoriales de esta ciudad que se encuentra dentro de la ciudad capital.
SUMA DE VOLUNTADES
Cuestiones de pesos y de suma de voluntades, dice la autoridad, provocaron que la municipalización se decretara apenas en los inicios de este nuevo siglo y este nuevo milenio.
Y eso, se formalizó la entrega de solamente una parte de la Ciudad Industrial al Municipio. En el resto del territorio, la ausencia de empresas y la falta de atención de la iniciativa privada instalada provoca contrastes notorios.
Mientras una avenida vertical se puede ver con pavimento hidráulico en regulares condiciones, con áreas verdes recortadas y cuidadas, y en sí con una apariencia de relativa limpieza, en una calle horizontal la imagen puede ser deprimente, desoladora.