EL SIGLO DE TORREÓN
CD. LERDO, DGO.- Diversas opiniones fueron vertidas por los ciudadanos lerdenses ante la posibilidad de que el Ayuntamiento apruebe la ampliación del horario para la venta de bebidas embriagantes. Los más de los entrevistados desaprueban tal situación.
Petra Solís afirma que lo que menos necesita su comunidad son “más borrachos”. Relata que ella está en contra de todo lo que tenga que ver con el alcohol, ya que en su primer matrimonio fue el antídoto que lo destruyó, ya que su pareja continuamente se embriagaba.
Vivió un infierno, ya que él la golpeaba. Petra añade que los alcohólicos nunca batallan para conseguir la bebida, por lo que no tiene sentido para ella ampliar los horarios para su venta, pues de todos es conocido que los centros clandestinos operan tanto en la periferia como en el centro de la ciudad.
Por su parte, Elvira Guadalupe Rodríguez, enfermera desempleada, considera que ampliar los horarios de la venta de bebidas alcohólicas pudiera acabar con las vinaterías ilegales, que operan a todo lo largo de la ciudad.
Quien quiere vino o cerveza, expone, no necesita acudir a Gómez Palacio o Torreón, ya que en esta ciudad abunda este tipo de negocios. Considera que con las medidas actuales, solamente se guardan las apariencias.
“Que quiten las cantinas”, dice Estaban Hernández González de 70 años. Argumenta que el alcalde, Luis Fernando González Achem, debe ocupar su tiempo en problemas reales y no en brindar su atención a necedades como es la ampliación de horarios para la venta de productos nocivos para la salud.
Sentado en una banca de la Plaza de Armas junto a sus amigos, Encarnación Castro Vázquez y Modesto Samaniego —quienes también están en desacuerdo con el posible cambio de horario de las cervecerías—, expone que es mejor que el Ayuntamiento clausure todas las cantinas, expendios y centros de vicio que dañan la salud mental de la juventud lerdense.
Al igual que Esteban, Encarnación piensa que como máxima autoridad el Presidente Municipal tiene la obligación de preservar las “buenas costumbres” entre los ciudadanos. “Que haga oídos sordos a esa petición, ya que los vinateros son quienes llevan la mejor tajada”.
Lo que necesita Lerdo, dice Esteban, es un desarrollo sustentable. “Empleo, inversión, escuelas, hospitales, en fin, mejores oportunidades que le brinden a nuestros jóvenes un futuro mejor para que constituyan familias de mente y cuerpo sano”.
