La apertura en el sector de telecomunicaciones generó mayor competitividad.
Notimex
MÉXICO, DF.- Hace ocho años que por primera vez en México una llamada de Larga Distancia (LD) se realizó sin la necesidad de la interconexión a través de Teléfonos de México.
El 12 de agosto de 1996 Avantel hizo la llamada que abrió la competencia en telecomunicaciones, con lo cual, asegura esa operadora, se transformó el entorno de manera considerable.
La apertura del mercado de Larga Distancia trajo para México, además de competencia, una reducción de más de 30 por ciento en los costos de las tarifas por este servicio, según información de la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel).
Así, las tarifas de LD evolucionaron desde 1996 hasta 2003 y pasaron de un costo de 3.69 pesos por minuto a un peso en el caso de llamadas nacionales, para las realizadas a Estados Unidos y Canadá se redujo de 10.9 pesos a 3.28, mientras que al resto del mundo pasaron de 20.92 pesos a 6.35.
Este comportamiento también se reflejó en las tarifas para teléfonos celulares, de manera que en la modalidad de prepago bajaron 31.25 por ciento de 1997 a 2003, y en pospago la disminución fue de 62.9 por ciento en tarifas de minutos incluidos y de 49.0 en minutos adicionales en ese período.
El comisionado de Planeación y Análisis Económico de la Cofetel, Abel Hibert, explicó a Notimex que la baja de tarifas está relacionada con el interés por mantener un entorno competitivo en el sector.
“Eso es lo que en realidad ha permitido la baja en las tarifas que la autoridad, desde la apertura de la comisión, ha mantenido; aunque hay puntos adicionales como costos de insumos que enfrentan las empresas, que como también han tenido una reducción importante, han permitido dar tarifas más atractivas a los usuarios”, dijo.
Para Avantel, los operadores deben utilizar toda su creatividad para responder de manera más ágil a un mercado con necesidades cada vez más complejas, y que exige más y mejores productos y servicios, por lo que ahora más que larga distancia ofrece servicios integrados.
La reducción que México ha presentado en sus tarifas ha logrado que al realizar un comparativo internacional, en canastas de consumo de 60 y 100 llamadas, México se coloque más barato que la mayoría de las empresas estadunidenses, con un costo de 16.36 pesos, favorable frente a los 17.37 pesos que cuestan en Los Angeles o incluso 34.38, en Atlanta, Estados Unidos.
“El tope en la baja de las tarifas, en realidad se le debe dejar al mercado, pues éstas son un reflejo del entorno competitivo y la aparición de nuevos servicios de telecomunicaciones acordes a las preferencias de los usuarios”, comentó el comisionado.
En la última revisión de precios tope del año 2003 a 2006, se observa una caída en términos reales de 12 por ciento en la canasta de servicios básicos de telecomunicaciones, donde por costumbre los competidores toman a Telmex como referencia para fijar sus tarifas.
Esa situación permite mantener cierto control en las tarifas de Teléfonos de México, para que no pasen de un techo y tampoco tengan un piso muy bajo que pueda distorsionar al mercado, además de que por otro lado se den condiciones de sana competencia.
Telmex, explica la Cofetel, tiene una regulación tarifaria basada en el capítulo 6 del Título de Concesión, con un sistema de precios tope y una autorización tarifaria acorde al costo incremental de largo plazo, subsidios cruzados y sana competencia.
Para el resto de los operadores hay “Libertad tarifaria”, ya que de acuerdo con la actual legislación pueden fijar libremente las tarifas de sus servicios de telecomunicaciones en términos que permitan la prestación de los mismos en condiciones satisfactorias de calidad, competitividad, seguridad y permanencia.
“Al ser las telecomunicaciones un insumo más en el país, que influye en el desarrollo de otros sectores, como la energía eléctrica o la gasolina, el beneficio que se tiene con la baja de tarifas es que, al estar conectado con la economía nacional, se refleja en una mayor competitividad en la economía global”.
