SEÑALA ATENCIÓN CIUDADANA QUE LA ESTANCIA ES BREVE
EL SIGLO DE TORREÓN
Actualmente se lleva a cabo el programa “Ayudas más si no les das”
TORREÓN, COAH.- Durante estos primeros ocho meses del año se ha registrado una notable disminución en el número de indígenas que emigran de sus lugares de origen rumbo a esta ciudad, en busca de trabajo y mejores oportunidades de vida.
Según el Director de Atención Ciudadana, Carlos Bracho González, han venido muy poco y en lapsos de cuando mucho una semana. Dado que su actividad es el comercio fundamentalmente, la estancia es más bien breve y se retiran.
Aunque las estadísticas al respecto las lleva el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia, Atención Ciudadana también realiza monitoreos al respecto dado que el objetivo es evitar que los niños se instalen en los cruceros a implorar la caridad pública.
Coordinación Ciudadana apoya el programa “Ayudas más, si no les das”, y por eso al verificar que no haya menores en los cruceros, observa que hay pocos indígenas pidiendo o vendiendo algún artículo y lo que más hay son los “franeleros”.
Estima que la invasión de los cruceros urbanos ya no es la misma permanente de antes, ahora es más bien intermitente.
Dice que los indígenas adultos no son un problema ni en términos sociales para las autoridades municipales, en virtud de que normalmente “se las arreglan solos”.
Lo único que piden es que se les deje trabajar en algún crucero o vender sus canastas, listones o juguetes en paseos públicos de manera ambulante. Algunos prefieren vender algo que pedir limosna.
Por lo regular buscan hospedaje con grupos de indígenas similares y en una casa suelen instalarse varias familias.
Carlos Bracho dice que son los cuatro últimos meses del año los que pudieran registrar la presencia de más cantidad de estos migrantes mexicanos, ya que se avecinan las fiestas patrias del mes de septiembre y posteriormente empieza la temporada de frío, que es cuando grupos de tarahumaras salen del Estado de Chihuahua debido al gélido invierno.
“Turismo DIF”
En lo que es un programa surgido de la necesidad apremiante de ayudar a personas deportadas de los Estados Unidos, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), atiende desde el año pasado el programa conocido como “Turismo DIF”.
El titular de Atención Ciudadana, Carlos Bracho González, indica que pese al nombre, significa ayuda urgente a connacionales y algunos extranjeros quienes prácticamente mendigan en el abandono, con hambre y en la miseria, luego que las autoridades norteamericanas, prácticamente los “botan” en las fronteras.
“Torreón es una zona de paso muy socorrida en este aspecto, sobre todo de gente que viene de Juárez, de Piedras Negras o de Nuevo Laredo y lleva camino al sur del país pero en cada puesto de revisión por su mismo aspecto andrajoso y famélico, lo detectan y si trae algo de dinero o de valor, se lo quitan”.
El año pasado, en forma coordinada con el DIF y la Casa del Peregrino, que atiende la institución Cáritas, se ayudó a poco más de 50 personas en estas circunstancias.
Se les proporcionaron alimentos, alojamiento y servicio de aseo personal, además de ayuda para que se transportaran a sus lugares de origen, generalmente Durango, Zacatecas, San Luis Potosí, Oaxaca o Yucatán.
Estos mexicanos deportados de los Estados Unidos, a veces llegan a los DIF de la ciudad donde son abandonados, piden ayuda y los financian para que se vayan trasladando poco a poco hacia sus tierras natales.