EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- Una balacera registrada poco después de las 11 de la mañana en la colonia Eduardo Guerra, donde una persona resultó herida y el comandante operativo de la Dirección de Seguridad Pública Municipal estuvo a punto de perder la vida cuando fue recibido a tiros por los gatilleros, provocó una rápida y efectiva movilización policíaca que terminó con la captura de los responsables, quienes denunciaron que los supuestos afectados distribuyen cocaína en ese populoso sector. Hay dos armas aseguradas.
Los violentos hechos se registraron alrededor de las 11:15 horas, cuando Jesús Alberto Vargas Mendoza, comandante operativo de la DSPM, realizaba su recorrido rutinario de supervisión en la colonia Eduardo Guerra.
Fue por la calle “P” y avenida Séptima, cuando el comandante Vargas Mendoza observó que dos sujetos interceptaron un auto Nissan Sentra, modelo 1995, color verde, sin placas, en el que viajaban tres individuos que son Efraín Márquez Delgado, de 26 años, con casa en calle “P” No. 368; Everardo Pulido Rocha, de 23 y Rodrigo Rodríguez Corona, de 22, todos de la Eduardo Guerra.
El comandante fue testigo cuando uno de los que obligaron a que el conductor del vehículo se detuviera, disparó a “boca de jarro” sobre la persona que ocupaba el asiento del copiloto, que resultó ser Rodrigo.
El funcionario policíaco no lo pensó dos veces y de inmediato se abocó a intervenir, por lo que los gatilleros, que llevaban una pistola escuadra y un rifle tipo carabina, ambos de calibre .22, realizaron varios disparos contra él, sin saber de quién se trataba y luego se dieron a la huida por la privada Armonía.
Vargas Mendoza por su parte solicitó apoyo de sus compañeros, mientras emprendía la persecución de dichos individuos que corrieron a refugiarse en un domicilio ubicado en avenida Octava No. 1147 bis, esquina con privada Armonía, donde el acceso vehicular estaba bloqueado y lo obligo a rodear por la calle “O”.
A los pocos minutos varias unidades de Seguridad Pública arribaron hasta el lugar, en tanto la persona que resultó lesionada, Rodrigo Rodríguez Corona, de 22 años de edad, vecino de avenida Quinta No. 1516, fue trasladada a la Cruz Roja y de ahí al Hospital Universitario para que le atendieran la herida que recibió en el abdomen, arriba del ombligo, con probable perforación de intestinos, por lo que los médicos reportan su estado de salud como delicado.
Elementos policíacos rodearon de inmediato la finca donde se ocultaron los gatilleros, donde permanecieron por espacio de casi una hora luego de la cual el propietario de la casa, del que no se proporcionó el nombre, entregó la pistola y permitió la entrada de los policías para aprehender a los dos sujetos, que finalmente entregaron la otra arma.
Agentes de la Policía Ministerial enterados de la situación, acudieron también hasta el lugar de los hechos, para hacerse cargo de los detenidos que dijeron llamarse Gerardo y Luis Arturo, ambos de apellidos Barroso Vera, el primero de 30 años y conocido como “El Chino” y el otro de 23, apodado “El Chiswis”, que se desempeñan como albañil y chofer de la Ruta Sur, respectivamente.
“Puchadores”
Los detenidos manifestaron a los diferentes medios de comunicación que se dieron cita en las instalaciones de la Policía Ministerial que actuaron de esa manera luego que el conductor del Nissan Sentra verde, Efraín Márquez Delgado, “El Bam Bam” y/o “El Coya”, amenazó a la esposa de “El Chino”.
De acuerdo a la versión de los hermanos Barroso Vera, señalaron a Márquez Delgado como presunto distribuidor de drogas en la colonia, principalmente cocaína, de ahí que “se crea intocable y que puede hacer lo que quiera”.
“Ya no vamos aguantar más insultos de ellos. También andan armados. Si me lo encuentro (a “El Bam Bam” y/o “El Coya”) lo mato”, dijo furioso Gerardo Barroso Vera.
“Al sanitario”
“Gente como la que participó en la balacera de la Eduardo Guerra debe echarse al sanitario y jalar la cadena, pues no sirve para nada”, espetó Francisco Javier Gutiérrez Pesquera, titular de la Dirección de Seguridad Pública Municipal (DSPM).
“Si el herido muere el otro va a la cárcel, pero si no es así, los problemas entre ambos bandos seguirán hasta que haya un muerto y se calmen por un tiempo”, consideró el funcionario policíaco.
Y reiteró, “este tipo de personas lo único para lo que sirven es para arrojarlos al sanitario donde se desecha lo que no sirve”.