Diversas lesiones sufrieron padre e hijo a manos de su tío, el cual, acompañado de un grupo de sujetos, arremetió con tubos, palos y pistola, todo por las envidias generadas a partir de la repartición de una herencia.
Jesús Ochoa Flores y Moisés Ochoa González, de 40 y 23 años, respectivamente, permanecían laborando como de costumbre en las faldas del Cerro de la Venada, municipio de Gómez Palacio, cuando repentinamente llegó hasta ellos Alfredo Ochoa González, medio hermano de Jesús, acompañado de otros dos tipos que sin mediar palabra comenzaron a golpearlos con un tubo, una pistola y un palo.
Entre todos no cesaban de propinar golpes a los parientes; no obstante las múltiples peticiones de piedad, gracias a la intervención de los compañeros de trabajo fue que los rijosos huyeron.
Por los golpes, Jesús presentó dos heridas corto contundentes en la frente, y su hijo, tres heridas de cinco centímetros aproximadamente en la parte posterior de la cabeza, así como escoriaciones en todo el cuerpo, de ahí que fueron trasladados al Hospital General de Gómez Palacio.