Tras una victoria electoral contundente y de inobjetable transparencia, a diferencia de lo ocurrido en otras entidades federativas donde se han registrado serios conflictos, en Chihuahua se consumó ya el cambio de poderes constitucionales. Resaltaron la sencillez y austeridad con que se realizó este proceso, lo cual es muy plausible, al igual que el Plan de Gobierno que propuso José Reyes Baeza durante su toma de protesta.
En su exposición hizo compromisos con nombres y fechas. Esto denota la seriedad, responsabilidad y conocimiento del nuevo Gobernador sobre la problemática estatal, ya que fue presidente municipal de la capital del estado, cargo en el que tuvo mucho éxito y aceptación popular como lo demostró la alta votación a su favor en las recientes elecciones.
Además de innumerables obras, que incluyen caminos y puentes, viviendas, servicios urbanos y muchas otras acciones, destacó el renglón dedicado a la educación y la cultura. Para quienes ahí estuvimos —ya que amablemente fui invitada como parte de un grupo de artistas e intelectuales de México y de Chihuahua— resultó muy alentador el hecho de que se emprenderán acciones culturales muy concretas en todos los municipios, a la vez que se construirán casas de cultura y un gran centro cívico en Ciudad Juárez.
Por cierto, el gobernador Reyes Baeza se refirió al caso de las mujeres asesinadas en esa ciudad fronteriza. En este sentido ofreció crear una fiscalía y transformar a la policía actual en una agencia investigadora, a fin de acabar con la impunidad que ha prevalecido en estos lamentables e imperdonables asesinatos.
En ese contexto, hizo una referencia especial a la necesidad de descentralizar acciones y recursos más allá de la capital del estado, refiriéndose sobre todo a Ciudad Juárez, donde se comprometió públicamente y de manera concreta a realizar obras y proyectos con plazos anunciados, tanto de inicio como de conclusión, lo que habla muy bien de este destacado político chihuahuense que estuvo más allá de generalidades y ambivalencias.
En lo que toca al ex gobernador Patricio Martínez, se le despidió con reconocimientos a su gestión, aun cuando se le hicieron algunas críticas por su estilo personal de gobernar y desde luego por no haber resuelto el caso que hasta en el ámbito internacional se conoce ya como “las muertas de Juárez”. En todo caso, los problemas y retos que tiene el país, y desde luego Chihuahua no es la excepción, están ahí, esperando una solución definitiva o al menos avances importantes.
Por lo que vimos y escuchamos de José Reyes Baeza, tanto en lo referente a sus anteriores cargos como en lo que toca a su propuesta para gobernar esta entidad fronteriza, nos inclinamos a creer que habrá resultados y un balance positivo desde el primer año de Gobierno, con todo y las presiones del narcotráfico, el cierre de maquiladoras, el desempleo, la baja de inversiones y un larguísimo etcétera.
Por cierto, se me quedó grabada una anécdota: cuando en sus mítines faltaban sillas, bajaba del estrado y se sentaba en el suelo, con un estilo muy distante de la pompa solemne y desconsiderada que acostumbraban los priistas de viejo cuño.
Me pregunto si está surgiendo un nuevo PRI o una nueva generación de políticos más conscientes, sensibles y comprometidos, y me respondo que vengan de donde vengan, serán bienvenidos, porque es lo que tanta falta le hace a la nación. Y también pienso que por este motivo y por su indudable entrega a los chihuahuenses, Reyes Baeza podría considerarse entre los candidatos del PRI para las elecciones presidenciales de 2006.
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