El domingo próximo habrá elecciones constitucionales en cinco estados y una interna, de Acción Nacional en el Estado de México. Todas son importantes. Nos proponemos abordarlas aquí: hoy las municipales y legislativas de Michoacán, así como la jornada panista mexiquense, mañana, las generales de Puebla, el viernes, las del mismo carácter en Tlaxcala. Y concluiremos nuestra revisión el 14 mismo, con las de Sinaloa y Tamaulipas, entidades donde la violencia surgida de la delincuencia organizada tiñe de rojo la vida pública, incluidos los comicios para decidir la gubernatura, los ayuntamientos y la legislatura de cada estado.
1) En Michoacán, el gobernador Lázaro Cárdenas llega a su elección intermedia en firme posición política que al parecer será refrendada por los votantes que sufraguen por los candidatos de su partido. En vano se ha buscado involucrarlo en los conflictos internos del PRD y sin ninguna razón, en los escándalos generados por la intromisión de Carlos Ahumada en los asuntos de ese partido. Es cierto que, como en otras entidades, Ahumada tuvo contratos en Michoacán, pero no obtuvo beneficios ilegales. Al contrario, dos funcionarios medios del Gobierno fueron destituidos tan pronto se conocieron sus nexos con Ahumada. Y éste ha negado explícitamente haber contribuido a la campaña electoral de Cárdenas Batel, hace tres años.
Se eligen el domingo 38 diputados y 113 alcaldías. Desde que en 1989 el PRD debutó allí con candidaturas propias, se ha erigido un bipartidismo entre ese partido y el PRI, matizado en algunas ciudades por la presencia del PAN, que se ufana de haber ganado allí la primera presidencia municipal de su historia (Quiroga, 1946). La actual composición de la legislatura muestra con claridad ese bipartidismo atenuado: PRI y PRD tienen cada uno 17 lugares, y el PAN cuatro. En el nivel federal, sin embargo el PRD avanzó el año pasado: de las trece curules en juego, sus candidatos ganaron once, tres más que el dos mil, en perjuicio del PAN, que de tres quedó con una, y del PRI, que de dos bajó a una también.
La principal contienda municipal ocurre en Morelia, no sólo por el hecho obvio de ser la capital, sino porque ha sido gobernada por los tres partidos. No hay caras nuevas en la disputa por la alcaldía: los tres aspirantes quieren volver a ella, pues la ejercieron en la década pasada, comenzando por Sergio Magaña, priista entonces, elegido en 1992, siguiendo con Salvador López Orduña, panista que lo reemplazó en 1995 y Salvador Galván Infante, elegido en 1998.
Aunque el PRI ganó esa alcaldía hace tres años con cien mil votos, casi igual cifra que los candidatos del PAN y el PRD juntos, esta vez parece destinado a quedarse a la zaga. La competencia real esta protagonizada por López Orduña, que además de ganar la presidencia municipal ganó también su cargo de diputado federal, si bien perdió la elección de gobernador frente a Cárdenas Batel y Magaña, que decepcionado por haber perdido la postulación priista en 2001, se alistó en la contienda interna panista y terminó afiliándose al PRD, que el año pasado lo hizo diputado de representación proporcional.
2) Después de un aplazamiento, porque se habían anticipado excesivamente, el domingo concluye el proceso para seleccionar candidato a Gobernador del Estado de México, en el PAN. Habiendo salido de la contienda el senador Carlos Madrazo, participante en la primera etapa, la cancelada, quedaron en la liza sólo dos ex alcaldes, el de Tlanepantla Rubén Mendoza Ayala, que es diputado federal y el de Naucalpan, José Luis Durán Reveles, que ya fue candidato a Gobernador y subsecretario de Gobernación a cargo de los medios, donde no tuvo buen desempeño.
Mendoza Ayala es abogado y maestro en ciencia política por la Universidad de Cambridge. Desde muy joven militó en el PRI, en cuya planilla de 1988 fue elegido cuarto regidor en el municipio que después encabezaría. Llegó a tener responsabilidades en el Gobierno Federal y en el comité nacional priista. Pero en 1995, tal vez siguiendo el ejemplo de su hermano Eduardo, que era adherente del PAN desde 1985 y miembro activo desde 1990, se afilió a ese partido, en el que no tardó en progresar: en 1997 fue diputado federal (al mismo tiempo que su hermano mayor). En 2000 ganó la alcaldía de Tlaneplantla, pero no concluyó su período, pues fue elegido de nuevo diputado federal el año pasado.
Durán Reveles es ingeniero industrial. Ingresó en Acción Nacional en 1985 (y lo seguirían a su turno sus hermanos menores Alfredo, alcalde de Cuautitlán Izcalli y Patricia, diputada federal). Dos años más tarde era ya dirigente juvenil, municipal y estatal, y diputado local y poco después miembro del consejo estatal y del nacional. Diputado federal en 1991, fue coordinador operativo de la campaña de Diego Fernández de Cevallos, del que ha estado cerca desde entonces. Interrumpió su gestión en la alcaldía de Naucalpan (para la que había sido elegido en 1997) para ser candidato frente a Arturo Montiel, que ganó la gubernatura. Santiago Creel, lo designó, sin antecedente ninguno para el efecto, subsecretario de comunicación social.
Mendoza Ayala parece llamado a ser el candidato, no obstante que a su paso por la alcaldía su operación financiera dejó insatisfecha a la oposición. Sus antagonistas dentro del PAN le reprochan su pasado y sus conexiones priistas, pero en esta última actitud el panista mexiquense que esté libre de pecado que tire la primera piedra.