Este apreciado hombre y comerciante lagunero disfrutó de una grata reunión que le brindó su esposa, Hilda Kawas de Zarzar, el domingo 14 de noviembre
EL SIGLO DE TORREÓN
Rodeado de familiares, recuerdos y amor festejó sus 80 años de vida don Elías Zarzar Gidi, con una comida en donde compartió la gran mesa familiar con sus seres queridos, mismos que se reunieron en su residencia de la colonia Torreón Jardín.
Este apreciado hombre y comerciante lagunero disfrutó de una grata reunión que le brindó su esposa, Hilda Kawas de Zarzar, el domingo 14 de noviembre, fecha de su onomástico.
En la comida estuvieron presentes sus hijos Patricia, Jacobo, Leila, Ricardo, Nadia, Sonia, Sandra y Liliana, así como también de sus hijos políticos, 23 nietos y su hermano José Zarzar Gidi.
El festejo comenzó a las 2:00 de la tarde y en éste, se sirvió rica comida árabe preparada por la señora Kawas de Zarzar.
Contento por ver reunida a toda su familia, don Elías bendijo los alimentos y dio gracias a Dios por permitirle vivir estos momentos de alegría.
Luego de degustar esos deliciosos platillos, el festejado apagó ilusionado dos velitas que formaban el número 80.
?SAL SI PUEDES?
Don Elías Zarzar Gidi, nació en el año de 1924 en esta ciudad.
-Sus padres de origen palestino le inculcaron el gusto por el comercio, en el cual incursionó desde pequeño.
-Siendo joven, creó conocido almacén al que la gente llama ?sal si puedes? y fue debido a que no dejaba que los clientes se fueran con las manos vacías. Esta técnica de ventas la aprendió de su padre, quien le enseñó que la clientela es primero, por lo tanto había que buscar lo que ellos solicitaban.
-Don Elías, hombre emprendedor, se casó con Hilda Zarzar Babún, con quien procreó ocho hijos, mismos a los que les infundió el amor a Dios, a los valores morales y a la perseverancia de la sencillez en su persona.
-Siempre tomado de la mano de doña Hilda, el señor Zarzar Gidi llegaba cada día a su negocio, hasta que el 27 de septiembre de 1995 sufrió una embolia que lo imposibilitó de toda actividad, ahora el padecimiento ha disminuido, por ello cuando se levanta da gracias a Dios por un día más de vida que le da.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
