MEXICO, D.F., (SUN-AEE).- Muchas personas extremadamente activas consideran que las horas dedicadas al sueño son una lamentable pérdida de tiempo y tratan de reducirlas al mínimo.
Por supuesto que esto es un gravísimo error, desde cualquier punto de vista inteligente que se le examine.
Aspecto fisiológico.- El sueño es el recurso que nos ha dado la naturaleza para renovarnos física y mentalmente. En el aspecto estrictamente fisiológico, el sueño realiza todas estas funciones: da a las células del organismo la oportunidad de renovarse, lo cual permite mantener a los tejidos en buenas condiciones; da una tregua, un merecido descanso, al cerebro, que tiene una intensa actividad durante las horas de vigilia.
Este descanso es especialmente importante para el sistema nervioso, que se mantiene en estado de tensión mientras estamos despiertos.
El descanso físico da al organismo la oportunidad de regular algunas de sus funciones mecánicas, como la respiración y el ritmo cardíaco.
Impacto estético.- Precisamente por todas esas razones el sueño, o la falta de él, influyen de manera determinante en el aspecto de una persona.
Los buenos hábitos de sueño, o sea, la costumbre de dormir siempre el mismo número de horas, a las mismas horas, tienen efectos benéficos:
- Dan un aspecto fresco y lozano a la piel, porque las células de ella tienen la oportunidad de renovarse.
- Ponen brillo intenso en los ojos, como reflejo del descanso que han tenido el cerebro y el sistema nervioso.
- Detienen el proceso de envejecimiento e impiden que éste sea prematuro.
- Detienen muchos procesos degenerativos, como la caída del cabello, el debilitamiento de las uñas, el estrés y otros, precisamente porque todo el organismo se regenera a sí mismo durante el sueño.
Efectos negativos.- Casi por las mismas razones por las que el buen sueño realiza casi milagros en la apariencia, la falta de él produce estragos en ella.
Cuando no se duerme lo suficiente hay efectos negativos inmediatos en la apariencia, aparte de los efectos a largo plazo que suelen ser peores todavía. De inmediato aparecen ojeras, la piel toma un aspecto seco y marchito, los ojos se ven opacos y los pequeños surcos de la cara se hacen más evidentes.
A largo plazo, se afecta la salud, se acelera el envejecimiento y se acorta la vida.
Una cosa importante: no existe, realmente, ningún producto que borre efectivamente los estragos del sueño. La crema más costosa del mercado no favorece tanto la piel, para poner sólo un ejemplo, como una noche de buen sueño.
Pero los efectos negativos de la falta de sueño van más allá de la apariencia física, aunque esto sea lo que más nos interesa a las mujeres.
Una persona que duerme mal es nerviosa, malhumorada, con reflejos deficientes, problemas de memoria e incapacidad para desarrollar al máximo su potencial intelectual.
Así que dormir bien es la mejor inversión que una persona puede hacer en sí misma.
Los buenos hábitos.- Pero no se trata de dormir bien una o dos noches por semana y desvelarse el resto. Para que el sueño tenga un efecto embellecedor profundo y duradero, se deben tener estos hábitos:
- Perder horas de sueño sólo de manera ocasional: nunca más de una vez al mes.
- Acostarse y levantarse siempre a la misma hora, cuidando de dormir entre siete y nueve horas cada noche.
- No ingerir comidas pesadas antes de acostarse.
- No llevarse a la cama los problemas del día.
- No beber alcohol o café dos horas antes de acostarse.
- Dormir en un ambiente adecuado: sin luz, sin ruidos, en una habitación de buen clima y bien ventilada.