Sydney (Australia), (EFE).- Especialistas en medicina coronaria revelaron que el producto farmacéutico llamado Sirolimus dobla la esperanza de vida de los receptores en los trasplantes de corazón, de 10 a 20 o 30 años.
Los investigadores del Hospital Saint Vincent, de Sydney, presentaron en conferencia de prensa las conclusiones de un estudio en el que participaron 135 pacientes de cinco hospitales de Australia y Nueva Zelanda, en los últimos cinco años.
Según la profesora Anne Keogh, que ha dirigido los experimentos, si se administra desde el trasplante el medicamento reduce fuertemente el rechazo del nuevo órgano, evita enfermedades arteriales coronarias, facilita que las arterias permanezcan abiertas y puede incluso reducir el riesgo de cáncer.
Uno de los pacientes que participó en el experimento, el australiano Dennos Lockwood, de 57 años, declaró a la prensa que desde que se le practicó la operación hace cinco años, momento en que entró en el programa de Sirolimus, se ha sentido bien y ha gozado de buena salud.
El Sirolimus es un inhibidor de la enzima mTOR (Mammalian Target of Rapamycin), creado para evitar la vasculopatía del injerto, una de las principales causas de pérdida del órgano a largo plazo.
A los cinco años de un trasplante cardiaco, la vasculopatía del injerto llega a afectar al 40 por ciento de los enfermos y supone un factor de riesgo de fallecimiento por infarto.
Hasta ahora, estos problemas han sido tratados con agentes de reducción del colesterol y bloqueadores de los canales del calcio, es decir, medicamentos que disminuyen la presión sanguínea, métodos que no eliminan el problema, indicó la profesora Anne Keogh.
El nuevo fármaco elimina la inmunidad natural del cuerpo por lo que conlleva también consecuencias negativas y produce efectos secundarios, como diarrea, alto colesterol y anemia.
El fármaco no ha recibido aprobación para su uso general en Australia, pero los autores de la investigación predijeron que en menos de dos años todos los recipientes de nuevos corazones serán tratados con el nuevo medicamento. EFE