Gracias a la ecografía en 4D, se observan, a partir de la decimoquinta semana, las pautas de comportamiento del feto, como el bostezo, la sonrisa, el llanto o el parpadeo.
Barcelona (España), (EFE).- El uso de una nueva ecografía en cuatro dimensiones permite un diagnóstico más preciso de las malformaciones neurofisiológicas fetales, que se producen con más frecuencia en gestaciones múltiples, según un estudio del Instituto Dexeus de Barcelona y el Hospital Sveti Duh de Zagreb.
De acuerdo con el trabajo presentado en la ciudad española de Barcelona, la mayor aportación al diagnóstico de la ecografía en cuatro dimensiones (o ecografía dinámica en tres dimensiones) es que permite la visualización de los movimientos fetales, de las expresiones faciales y del movimiento de las manos y pies, todos ellos indicadores de "normalidad" neurofisiológica del feto.
El responsable de la investigación, el profesor Asim Kurjak, explicó que "la tecnología 4D permite detectar con gran precisión y de forma rápida un retraso neurológico del feto durante el embarazo lo que facilitaría la posibilidad de recuperación del niño".
El estudio, titulado "Posibilidades de evaluación del comportamiento fetal en embarazos múltiples mediante ecografía en 4D", se presentó en el acto previo a la Primera Reunión Española de Embarazo Múltiple, organizada por el Instituto Deux.
El trabajo se inició cuando los expertos constataron que los bebés nacidos de gestaciones múltiples sufrían un porcentaje de lesiones neurológicas y otros riesgos asociados a la condición de prematuros muy superior a los registrados en los embarazos de un solo feto.
Gracias a la ecografía en 4D, se observan, a partir de la decimoquinta semana, las pautas de comportamiento del feto, como el bostezo, la sonrisa, el llanto o el parpadeo, lo cual, según Kurjak, es un indicio fiable de cómo se produce el desarrollo neurofisiológico, ya que "la cara del feto nos refleja qué pasa en el cerebro".
Esta tecnología permite capturar simultáneamente los movimientos de la cabeza, el cuerpo y las extremidades en tres dimensiones y así estudiar las fases de desarrollo anatómico y motor de los fetos ya en las primeras semanas de la gestación, cuando se desarrollan la mayoría de los patrones de movimiento.