Constantemente el lecho del río recibe descargas de aguas residuales
Comarca Lagunera.- La contaminación está matando al Nazas. Los investigadores aseguran que la falta de una cultura ambiental provoca que el daño ecológico crezca en el cauce natural del río Nazas. Por su parte los empresarios y la ciudadanía contaminan la cuenca desde la parte alta hasta la que baja y los funcionarios federales no cumplen con su función de vigilancia.
El más claro ejemplo y quizá el más grave es la creación de la laguna de aguas residuales formada desde hace varios años en el lecho del río a la altura del ejido Las Huertas. Los industriales y el Ayuntamiento gomezpalatino arrojan sustancias químicas al cauce violentando la Ley de Aguas Nacionales que no es aplicada por ninguna dependencia federal.
Rodolfo Walss Aurioles, director del Medio Ambiente del Municipio de Torreón y Rodrigo Martínez Rangel, coordinador de la asociación En Defensa del Ambiente A.C., coinciden al mencionar que la Comisión Nacional del Agua (CNA) no actúa para frenar la contaminación generada por los industriales de Gómez Palacio.
“Todo sigue igual, no se ha hecho nada para evitar la contaminación y se siguen arrojando desechos tóxicos en la laguna de aguas negras. La Ley del Equilibrio Ecológico continúa olvidada porque seguimos viendo el río convertido en un basurero”, dice Martínez Rangel, quien asegura que la Norma Oficial Mexicana NOM-001-ECOL-1996, no se respeta desde hace mucho tiempo con las descargas de aguas negras al río.
El funcionario municipal y el ecologista, también coinciden al señalar que los principales responsables de esta contaminación son las industrias generadoras de estos desechos tóxicos. En segundo lugar está el Sistema Descentralizado de Agua Potable y Alcantarillado (Sideapa) encargado de revisar todo tipo de descargas que se hagan al drenaje y por último están las dependencias federales responsables de conservar los cauces de los ríos y los bienes nacionales.
Desde hace varios años (algunos mencionan que diez, otros dicen que son veinte) los industriales y las autoridades gomezpalatinas empezaron a depositar las aguas residuales en el cauce del río Nazas, aunque esto provocó la reacción de algunos sectores de la sociedad quienes se quejaron e inconformaron por estas descargas, las autoridades competentes para resolver este problema se mantienen pasivas y no actúan para aportar alguna solución.
El director del Medio Ambiente de Torreón comenta que desde el inicio de la administración solicitó un informe a la CNA sobre las descargas que hace el Municipio de Gómez Palacio al río. Pidió a detalle sobre las cantidades, los contenidos, un estudio de impacto ambiental y las medidas de remediación contempladas para esta área, hasta el momento la dependencia federal no ha contestado estos cuestionamientos.
Por este motivo las autoridades municipales de Torreón desconocen si existe un permiso para que Gómez Palacio deposite las aguas residuales en el lecho seco y cuándo termina dicha autorización en caso de que exista.
Martínez Rangel, coordinador de la asociación En Defensa del Ambiente A.C., opina que se debe hacer un estudio más a fondo para conocer con exactitud qué elementos contaminantes se vierten al río a través de estas descargas, pues las maquiladoras utilizan anilinas y bencilinas como colorante y fijador para la mezclilla, además hay industrias que utilizan metales pesados que pueden resultar cancerígenos.
“Debemos exigirle a la CNA que cumpla con su responsabilidad, que se pongan enérgicos para hacer cumplir la Ley contra la gente que contamina, esto es cuestión de responsabilidad”, dice el ecologista.
Tres problemas <
Para la bióloga, Eva Anaya Nevárez, coordinadora de la Unidad Regional de Atención al Semidesierto de la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), el problema de la contaminación en el río Nazas está dividido en tres zonas.
“La problemática se divide en tres partes por las condiciones hidrológicas, ambientales, sociales y de uso de las aguas del río, la parte alta, la media y la parte baja”, dice.
En la parte alta es donde más llueve, el aprovechamiento que se hace es la agricultura y la ganadería, por lo tanto los problemas son el deterioro y la pérdida del suelo, vegetación y fauna, se pierde la cubierta vegetal y la tierra se va erosionando, pasa el agua y se la lleva haciendo con esto más amplio y disperso el cauce del río.
La coordinadora de la Unidad Regional de Atención al Semidesierto, comenta que en la parte media del río se da más agricultura y una alta generación de desechos domésticos.
“Desde arriba hasta abajo todos tenemos la cultura de poner la basura y los drenajes a los cauces de agua, a medida que vamos llegando a la parte baja esta situación va agravando más, porque en esta parte vivimos más personas”, declara la bióloga.
Eva Anaya Nevárez, dice que en la parte baja otro problema es la contaminación por el uso de agroquímicos, “ponemos una cantidad de agroquímicos, ya sean estos fertilizantes, funguicidas, herbicidas, de una forma inadecuada, eso hace que se generen problemas de contaminación muy fuertes”.
Al hablar del río es casi imposible tocar el tema de la contaminación a los mantos freáticos por desechos industriales, “el deterioro ahí lo mediríamos de acuerdo a la calidad de esos desechos, ¿cuántos son peligrosos? y ¿cuántos no y en qué cantidad?”.
La bióloga dice que la falta de agua es un factor que permite el crecimiento de la contaminación en el cauce del río, menciona que de acuerdo a la Ley del Equilibrio Ecológico se contempla que todos los ríos tengan un gasto ecológico.
“Esto quiere decir que tendríamos la obligación de hacer circular agua durante todo el año, que permitiera que la vegetación y permaneciera ahí, eso no sucede siempre y hace que los árboles se debiliten mucho y que tengamos problemas fuertes”, comenta.
Generadores de basura
Tan sólo en cuatro días de Semana Santa más de diez mil personas visitan los parajes cercanos a la presa Francisco Zarco, estas familias generan aproximadamente 30 toneladas de basura en este período.
Amorita Ivonne Salas Westphal, bióloga e investigadora de la Escuela Superior de Biología de la Universidad Juárez del Estado de Durango, asegura que cada familia llena fácilmente dos costales con todos los desechos que generan en su visita.
“Cada persona genera dos o tres kilos de basura”, dice la bióloga, quien asegura que los vecinos del ejido Graceros, implementaron un sistema de cobro donde cada vehículo que llega tiene que pagar 35 pesos, con ese dinero se liquida el sueldo a las personas que hacen la limpieza.
“Se limpia el río antes y después de Semana Santa para evitar que se acumule la basura, muy poca gente se lleva los desechos a sus casas, así debería ser, el turista deja las bolsas de basura colgada de los árboles pensando que alguien mágico las va recoger”, dice.
La investigadora comenta que la contaminación con desechos se incrementa en las zonas del río que están cercanas a alguna comunidad y crece cuando el río llega a la mancha urbana.
“Acostumbro pasear en bicicleta por el río y ahí hay de todo, perros muertos, pintura, escombro, basura y aceite, creo que habría que poner en varios puntos de la ciudad incineradores para animales, aunque falta conciencia porque aún con depósitos de basura la gente tira los desechos en cualquier parte”, señala.
La bióloga dice que también es necesario construir un pequeño relleno sanitario en cada ejido para evitar la creación de basureros clandestinos, “es más costoso el impacto ambiental que lo que cuesta un relleno, claro que se haría en proporción a la población, pero es más caro remediar el daño que prevenirlo”.
Los cuatro entrevistados tienen un punto de acuerdo, coinciden al señalar que falta mucha vigilancia para evitar la contaminación, pero recalcan que es necesario concientizar a la población sobre la importancia de la preservación del río Nazas. El ecologista, Martínez Rangel, sentencia, “al final la contaminación la hacemos todos”.
Quejas
Los malos olores que genera la laguna de aguas residuales provoca que el Ayuntamiento de Torreón reciba constantes quejas, el director del Medio Ambiente, Rodolfo Walss Aurioles, ordenó a finales de febrero de 2003 una serie de análisis para determinar el contenido de estas aguas, un grupo de vecinos quejosos aportaron los resultados de un estudio que ellos mismos costearon en junio de 2000.
Los vecinos del fraccionamiento Residencial El Fresno, contrataron los servicios de los investigadores del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey Campus Laguna, con ese análisis se determinó que esta agua tiene características físico-químicas que exceden las concentraciones máximas permisibles contempladas en la Norma Oficial Mexicana NOM-001-ECOL-1996.
Los científicos dieron a conocer una serie de conclusiones en el sentido de que el olor desagradable se genera por la combinación de todos los hidrocarburos volátiles halogenados que al contacto con el aire forman principalmente formaldehídos que no son cancerígenos, pero que una inhalación prolongada o crónica afectan el sistema nervioso central, con síntomas de dolor de cabeza, náuseas y vómitos, arritmias cardíacas, debilitamiento visual y auditivo.
También se determinó que es muy factible que la descarga de esta agua residual contamine el acuífero subterráneo, por la transformación del amoníaco a nitratos, ligeramente ácida, con alto contenido de calcio que mejora la permeabilidad del terreno que es predominantemente de textura arenosa, lo que incrementa la penetración del agua a profundidades significativas que contaminarían las aguas del subsuelo.
Mientras tanto, en el estudio que la Dirección del Medio Ambiente practicó a estas mismas aguas el pasado 26 de febrero de 2003, se detectaron niveles de grasas y aceites de 741 microgramos por litro (mg/lt) en el tubo de descarga y 95 (mg/lt) en la laguna del río, cuando lo permisible por la norma es de 15 (mg/lt), en el 2000 el estudio determinó que había 38.62 (mg/lt).
Ante el resultado de estos estudios la Comisión Nacional del Agua permaneció callada y no dio a conocer ningún comunicado con relación a este problema de contaminación.
No respetan su ley
La Comisión Nacional del Agua es la responsable de aplicar los artículos de la Ley de Aguas Nacionales, a continuación se mencionan algunos
apartados que son letra muerta, porque ninguna dependencia federal
los hace valer:
* Artículo 86.- “La Comisión” tendrá a su cargo:
III.- Establecer y vigilar el cumplimiento de las condiciones particulares
de descarga que deben satisfacer las aguas residuales que se generen en bienes y zonas de jurisdicción federal; de aguas residuales vertidas directamente en aguas y bienes nacionales o en cualquier terreno cuando dichas descargas puedan contaminar el subsuelo o los acuíferos y en los demás casos previstos en la Ley General del Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente;
VI.- Promover o realizar las medidas necesarias para evitar que basura, desechos materiales, sustancias tóxicas y lodos producto de los tratamientos de aguas residuales, contaminen las aguas superficiales o del subsuelo y los bienes que señala el artículo 113;
* Artículo 89.- “La Comisión”, para otorgar los permisos deberá tomar en cuenta la clasificación de los cuerpos de aguas nacionales a que se refiere el artículo 87, as normas oficiales mexicanas correspondientes y las condiciones particulares que requiera cumplir la descarga; cuando el vertido o descarga de las aguas residuales afecte o pueda afectar fuentes de abastecimiento de agua potable o la salud pública. “La Comisión” lo comunicará a la autoridad competente y dictará la negativa del permiso correspondiente o su inmediata revocación y en su caso, la suspensión del suministro del agua en tanto se eliminan estas anomalías;
* Artículo 119.- “La Comisión” sancionará, conforme a lo previsto por esta Ley, las siguientes faltas:
I.- Descargar en forma permanente, intermitente o fortuita, aguas residuales en contravención a lo dispuesto en la presente Ley en cuerpos receptores que sean bienes nacionales, incluyendo aguas marinas, así como cuando se infiltren en territorios que sean bienes nacionales o en otros terrenos cuando puedan contaminar el subsuelo o el acuífero, sin perjuicio de las sanciones que fijen las disposiciones sanitarias, de equilibrio ecológico y protección al ambiente;
XIV.- Arrojar o depositar, en contravención a la Ley, basura, sustancias tóxicas peligrosas y lodos provenientes de los procesos de tratamiento de aguas residuales, en ríos, cauces, vasos, aguas marinas y demás depósitos o corrientes de agua o infiltrar materiales y sustancias que contaminen las aguas del subsuelo;
* Artículo 120.- Las faltas a que se refiere el artículo anterior serán sancionadas administrativamente por “La Comisión”, con multas que serán equivalentes a los
siguientes días de salario mínimo general vigente en el área geográfica y en el momento en que se cometa la infracción:
III.- 500 a diez mil, en el caso de violación a las infracciones I, V, VIII,
IX, XII, XIII y XIV.
