El Valle del Hundido
puede ser explotable
Luis Maeda Villalobos
Siempre y cuando se maneje la pequeña cuenca cerrada en forma racional y de acuerdo a la recarga del acuífero, el Valle del Hundido puede ser explotable. Tiene un volumen apreciado tentativamente con una recarga o retroalimentación, de acuerdo a los regímenes pluviales con la alternancia de los períodos de sequía. La sobreexplotación será la causa de su abatimiento progresivo o agotamiento, con la pérdida de la calidad del agua y la depreciación del costo-beneficio, cosa que debe contemplarse.
La polémica parece interminable. Que si el uso de las reservas subterráneas del Valle del Hundido afectan o no a las pozas y escorrentías del Valle de Cuatrociénegas, asunto que realmente no se ha comprobado fehacientemente, a pesar de las opiniones de los diseñadores del Área Natural Protegida de Cuatrociénegas, por decreto del año de 1994; que si son válidas las opiniones de los investigadores de la UNAM, de la Semarnat y la Profepa, de las autoridades del Estado... Nada se ha definido. La Comisión Nacional del Agua (CNA) por su parte, sabe el volumen teórico del acuífero y su aproximada recarga natural, pero no el volumen actual, para saber la utilidad del alumbramiento. En fin una serie de opiniones sin bases técnico-científicas, además de las de gente protagónica y nada más.
El Consejo Ecológico de Participación Ciudadana de Torreón, A. C., al observar tal situación, se abocó a realizar una investigación de campo y tomó datos para tratar de definir la problemática y se vio que el Valle del Hundido tiene una altitud de 807 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), a una distancia de 31 kilómetros de la Poza de la Becerra, en el Valle de Cuatrociénegas, el que tiene una altitud de 763 metros sobre el nivel del mar, situado a 26º 52’ 42” del paralelo latitud Norte y del meridiano longitud Oeste a 102º08’17”, datos tomados con el Sistema de Posicionamiento Global (G.P.S.). Ambos valles tienen un dique natural que es la Sierra de la Fragua, enorme mole de gran altura, que limita perfectamente las áreas y las independiza. Casualmente el Valle del Hundido se encuentra fuera de los límites del Área Natural Protegida y también fuera de los límites de la zona de vedas (de acuerdo a la CNA), cuyas coordenadas son: en el paralelo latitud Norte 26º36’39” y en el meridiano longitud Oeste 102º 16’00” con una altura de 807 metros sobre el nivel del mar. Se aprecian ranchos ganaderos y en Santa Teresa de Sofía se ven extensos sembradíos de alfalfa que la han convertido en progresista, aprovechando distintos métodos de irrigación. Los terrenos desérticos se ven con pastos de gramíneas y con plantas micrófilas a uno y otro lado de la carretera asfaltada, por el pasado año lluvioso.
Según los análisis fisicoquímicos del agua de uno y otro valle, se deduce que son diferentes, predominando el alto contenido de sulfato de calcio en el de Cuatrociénegas, el que gracias a la adaptación de la flora y la fauna, tiene características especiales dignas de mencionar, principalmente de la fauna acuícola.
Por supuesto que se ha exigido el cumplimiento de la Manifestación del Impacto Ambiental (MIA) a los nuevos propietarios de terrenos en el Valle del Hundido, por razones obvias. La Comisión Nacional del Agua debe confirmar la capacidad del acuífero y el volumen de agua que contiene y su calidad y exigir de acuerdo a ello, la capacidad del alumbramiento (costo-beneficio).
El Consejo propone, para terminar con la duda, que la CNA practique la detección de si existe interconexión entre ambos valles y la posible afectación al Área Natural Protegida de Cuatrociénegas, por medio de trazadores con radioisótopos y así verificar la situación. Además, determinar por medio de los Sondeos electromagnéticos (Sems) propuestos por Laguneros por el Agua, A.C., la morfología real del vaso y el volumen de agua que contiene. La ciencia y la tecnología de punta, puede aplicarse al caso y saber si el Valle del Hundido puede ser explotable.