Luis Maeda Villalobos
Los cambios climáticos y El Niño
Estamos en el nuevo siglo y el tema de máxima actualidad constituye un debate permanente en la comunidad científica internacional, donde se investiga la crisis climática que estamos pasando. Se trata de un intento de comprender el comportamiento y las tendencias, del sistema climático del planeta, en donde al parecer la presencia del fenómeno conocido como El Niño, tiene mucho que ver. El ecosistema terrestre está sujeto a cambios climáticos en forma periódica o cíclica, quizá tanto estacionales como anuales, con períodos largos de sequías y tormentas con lluvias abundantes en forma errática y una variabilidad climática con impactos negativos en el medio ambiente.
El humano por su parte, afronta y se ha adaptado a las nuevas desviaciones del clima, a costa de su propio bienestar y salud, y sabe que parte de sus actividades, tienen que ver en esos cambios. Por ejemplo en el efecto de invernadero, por el aumento de las concentraciones de gases como el CO2, metano, nitrosos, SO2 entre otros, que como los clorofluorocarbonos afectan además a la capa de ozono.
El fenómeno conocido como El Niño desde finales del siglo XIX, era considerado y denominado así por los pescadores de Perú y Ecuador, en virtud de que se presenta en el mes de diciembre en Navidad. Calificado El Niño originalmente como un fenómeno oceanográfico regional, con una contracorriente ecuatorial que sólo afecta al litoral del Ecuador y norte de Perú, en donde la gente que se dedica a la pesca se queja de una ausencia del producto en esa época, que coincide con la corriente de aguas tibias. La repetición del caso y la afectación climática paralela en otras partes del planeta, ha dado lugar a que la comunidad científica lo considere un fenómeno complejo y a gran escala océano-atmosférico que si bien se localiza en el Pacífico ecuatorial, sus impactos se generalizan y se dejan sentir en todo el globo, principalmente en las zonas tropicales, con lluvias tormentosas, inundaciones y desastres económico-sociales de gran importancia.
Desde 1997 se considera a El Niño, como una de las causas de los cambios climáticos interanuales y ha pasado a entenderse ahora, no como una figura ecuatorial, sino como parte integrante del sistema climático terrestre.
Los desastres en China, la India, sequías en Australia, Norteamérica y México, las inundaciones y ríos que se desbordan en el sureste cobran vidas y los largos períodos de sequía tanto en el norte como en África, con avances del desierto y la escasez de agua, han obligado a considerar la globalización del fenómeno, por sus efectos en el desarrollo de la vida marina, de la economía mundial, con problemas sociales y sobre todo, las agresiones a los recursos naturales e impactos medioambientales, por las alteraciones que provoca El Niño, en todo el sistema climático en el planeta.
