Luis Maeda Villalobos
El agua pierde su calidad
Las autoridades tanto estatales y federales, como municipales, saben perfectamente que el agua del subsuelo en la zona conurbada de La Laguna, se abate peligrosamente, muy a pesar de las advertencias del Consejo Ecológico de Participación Ciudadana de Torreón, A.C. y la sociedad organizada en Laguneros por el Agua, A.C., de que los niveles freáticos se depletan día con día, en virtud de que es mayor la extracción que la recarga. Los estudios hechos así lo demuestran y ninguna autoridad hace caso, con el riesgo de que si continúan las cosas igual, se llegará a agotar las pobres reservas que quedan y el agua perderá su calidad de potable por la concentración de sales y metales pesados como el arsénico, que se acerca fatalmente y todo el mundo lo sabe.
No se trata de ser alarmista como algunos expresan, sino con la metodología científica y técnica con buen sentido humano, tratar de corregir la anomalía que no es un mito o mentira y claro está que la Comisión Nacional del Agua, la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Secretaría de Salud, además de los sistemas municipales encargados de la distribución del agua y saneamiento, deben, en bien de la ciudadanía, tomar medidas urgentes y no a largo plazo, que será tarde.
Existe la Ley de Aguas Nacionales (la nueva) y es clara y precisa al mencionar que ante todo, el recurso debe ser para el consumo humano y luego para lo demás y la voz y el voto en el Consejo del Agua de la ciudadanía, se consideran válidos en un cincuenta por ciento.
Es de pensarse entonces, que estamos en el parteaguas de salvar a La Laguna de Coahuila y Durango, con sólo que las autoridades apliquen la Ley y se consideren las Normas Oficiales Mexicanas, en la recuperación de las aguas usadas.
Es también necesario que la comunidad se dé cuenta que tiene derecho a la información, que nace de la Constitución y que son las autoridades municipales las que deben decir qué calidad de agua está tomando, con certificación notariada, puesto que va de por medio la propia vida. En ese sentido, hasta la fecha, ninguna municipalidad regional (Torreón, Gómez Palacio y Lerdo, Matamoros, Francisco I. Madero, San Pedro de las Colonias y Viesca) ha contestado el oficio a la solicitud que hace dos meses les envió la Sociedad Civil, Laguneros por el Agua y tal defecto es motivo de sanciones que la Constitución prescribe.
Todo esfuerzo para salvar a La Laguna es poco. Así, vemos por todos lados la venta de aguas purificadas, algunas peligrosamente sin sales (aguas hipotónicas), que hacen daño a la salud y es obvio que Salubridad tiene, en este caso, la última palabra, en bien de la ciudadanía. La Ciencia por su parte, así como las universidades, están pendientes de una solución justa con el razonamiento lógico, a este problema que tienen en la mira.
El agua es un recurso fundamental para la vida; el humano contiene un 70 por ciento de su peso en agua y la biosfera dejará de existir sin el líquido vital con características físico-químicas específicas de potable y claro está, no congelada como en el planeta Marte, que seguro es para otra clase de vida...
