Aunque dentro de un concierto siempre son los músicos y las partituras los elementos más importantes, también son de una gran relevancia el público, el teatro y los instrumentos. Durante los diez años de su existencia la Camerata de Coahuila ha tenido que suplir la ausencia de un clavicémbalo con un teclado electrónico que aunque de buena calidad, jamás pudo sustituir de manera satisfactoria el timbre, dulzura y sonoridad del verdadero instrumento. Afortunadamente esa época llegó a su fin el pasado viernes 17 pues la Camerata de Coahuila utilizó por primera vez el clavicémbalo que se mandó construir a Juan Luis García en la ciudad de México.
El programa aprovechó de manera plena a dicho instrumento pues estuvo conformado por cuatro obras de Johann Sebastian Bach (1685-1750) en las que se le utiliza ya sea como continuo o como solista, siendo la primera el Concierto para Violín y Oboe en Re menor BWV 1060 R. Esta partitura ha sido objeto de grandes debates y especulaciones pues no nos ha llegado en su forma original. Se cree que fue escrita para esos instrumentos durante la época en que Bach vivió en Coethen, pero se ha perdido el primer manuscrito. De cualquier manera Bach debe haberse sentido muy apegado a esta obra pues la adaptó para ser ejecutada con dos clavicémbalos ? presumiblemente para tocarla con sus hijos Wilhelm Friedmann (1710-1784) y Carl Philippe Emanuel (1714-1788) en las reuniones del Collegium Musicum ? siendo esta la versión que llegó a nuestros días, por lo que escuchamos una reconstrucción realizada por Max Schneider para oboe y violín. Josef Gamilagdshvili y Marina Gorbenko asumieron las partes solistas, brindándonos una hermosa interpretación en la que se destacaron los bellos diálogos entre ambos instrumentos y entre éstos y la orquesta. Su segundo movimiento que es el más lento es uno de los más líricos que produjo Bach y ha sido considerado como un dueto de amor instrumental.
La segunda composición en tocarse fue la Suite Orquestal no. 2 en Si menor BWV 1067, la cual data de finales de 1738 y principios de 1739; su partitura contiene secciones sumamente elaboradas para flauta que fueron asumidas con gran sensibilidad y maestría por Juan Manuel Rosales. Esta suite inicia con una Obertura a la que le siguen seis danzas que demuestran el gran ingenio y talento de su autor.
Después del intermedio se interpretó el Quinto Concierto Brandemburgo en Re Mayor, BWV 1050. Este fue el último de la serie de seis que compuso Bach entre 1718 y 1721 y que envío al margrave de Brandemburgo en 1721 con la esperanza de obtener un puesto en la corte en Berlín. Esta colección es una especie de curriculum musical en el cual su autor desplegó la maestría con la que podía componer para diversos instrumentos. El quinto de ellos es de hecho uno de los más interesantes, pues no sólo es el primero en la historia de la música en que el clavicémbalo asume el papel solista, sino que también es la primera obra en la que Bach utiliza la moderna flauta transversa. En su época fue sumamente innovador y contiene en realidad dos conciertos, uno triple para violín, flauta y clavicémbalo y otro en que se despliegan de manera brillante las posibilidades del teclado, instrumento del cual Bach fue el más importante virtuoso de su época. Antes de iniciar la ejecución de esta obra el maestro Ramón Shade dirigió unas palabras al público en las que lo dedicó a la memoria de nuestra entrañable amiga Paulette van Herck de van der Graaff, quien dejó una imborrable huella en nuestra región no sólo con su trabajo como maestra de varias generaciones de alumnos del Colegio Cervantes y del ITESM, Campus Laguna sino también por su incansable labor por promover la cultura y por su gran amor al arte.
En la excelente interpretación que realizó la orquesta bajo la batuta del maestro Shade asumieron las partes solistas Juan Sebastián Kwapisz (violín), Manuel Rosales (flauta), y Mariana Chabukiani (clavicémbalo) y se hizo evidente el carácter dual de su partitura, particularmente en su primer movimiento, donde gradualmente el clavicémbalo va adquiriendo importancia hasta desembocar en una monumental cadenza. La melancolía de su segundo movimiento es llevada por los tres instrumentos solistas, a los cuales se suma la orquesta en el Allegro con que concluye.
Cabe mencionar que la camerata tocó espléndidamente todas estas obras bajo la impecable dirección de Ramón Shade, quién demostró ser un magnifico bachiano. Al concluir el concierto el público ofreció una larga ovación que motivó a la orquesta a brindar como encore el Aire de la Suite No. 3, BWV 1068.
Creo que no se me podría ocurrir una mejor manera de concluir el 2004, año que bajo un punto de vista musical fue excelente y en el cual vimos como la Camerata de Coahuila contribuyó a engrandecer no sólo la vida cultural de nuestra región sino también de nuestro país.
GLOSARIO MUSICAL:
Allegro: Movimiento moderadamente vivo.
Cadenza: Parte de un concierto en la que el solista despliega su virtuosismo sin acompañamiento de la orquesta y que ofrece una oportunidad al solista para improvisar.
BWV: Abreviatura de las palabras alemanas Bach-Werke-Verzeichnis (Índice de las obras de Bach), que hace referencia al número de catálogo de las obras de Bach en el que se ordenan de manera temática y cronológica sus partituras.
Suite: Composición instrumental integrada por movimientos muy variados, basados en una misma tonalidad