Muchos músicos de valía se han presentado con la Camerata de Coahuila, algunos como solistas, otros como directores, entre estos últimos se destaca Manuel de Elías quien también es uno de los más destacados compositores de nuestro país. En varias ocasiones hemos tenido el privilegio de que nos haya visitado en calidad de director invitado de la Camerata de Coahuila, en otras, hemos tenido la buena fortuna de escuchar algunas de las obras que ha escrito. Recibiendo varias de ellas su estreno mundial en Torreón.
El pasado viernes, después de una ausencia de más de un año, Manuel de Elías dirigió a la Camerata de Coahuila en un concierto que incluyó partituras de Gioacchino Rossini (1792-1868) y una del propio de Elías, que fue un estreno mundial.
Rossini fue un verdadero niño prodigio que desde una temprana edad evidenció un raro talento musical. Su padre era trompetista y su madre una cantante de ópera. Para la edad de trece años ya se encontraba involucrado en la interpretación de óperas ya sea como cantante o tocando la trompeta en el foso de la orquesta. En sus primeros años estudió con devoción la música de los compositores que más admiraba, sabemos quiénes eran éstos, pues en alguna ocasión afirmó: ?Tomo a Beethoven dos veces a la semana, a Haydn cuatro veces y a Mozart todos los días?. Lo cual demuestra claramente sus preferencias y que su fuente de inspiración era la música del gran genio de Salzburgo. Esta influencia es evidente en las Sonatas a Quattro No. 2 en La Mayor, No. 3 en Do Mayor y No. 1 en Sol Mayor que escuchamos, pues en ellas se manifiesta una gracia digna de la pluma de un Haydn o de un Mozart. El manuscrito de sus partituras fue encontrado por Alfredo Casella (1883-1947) después de la Segunda Guerra Mundial y revelan que fueron escritas (supuestamente en sólo tres días) en la ciudad de Ravenna en el año de 1804, cuando Rossini sólo tenía doce años. Este hecho es importante pues precisamente en esa época el joven vivía con Agostino Triosso, quien era un competente contrabajista aficionado. Es por ello lógico suponer que ésta es una de las razones por las que ese instrumento de cuerda juega un papel protagónico en ellas, y muy particularmente en la No. 3, composición en la que Gabriel Robles, quien es el contrabajista de la camerata, desplegó su talento y habilidad para tocarlo.
La última obra del programa fue el estreno mundial del Meditativo y Tema Variado de Manuel de Elías, partitura en la que se explotan las capacidades de los integrantes de la orquesta asignándoles partes solistas en las que tuvieron la oportunidad de demostrar su destreza técnica. Es difícil para alguien que escribe sobre música emitir un juicio sobre una obra recién estrenada, pues con frecuencia se cae en descalificaciones que prueban ser infundadas ?tal y como sucedió con Eduard Hanslick (1825-1904) y el Primer Concierto para Piano de Pyotr. I. Tchaikovsky (1840-1893)-, o en alabanzas que más adelante demuestran ser exageradas, por lo que en este caso me limitaré a señalar que El Meditativo y Tema Variado son un claro ejemplo de la gran maestría y oficio que le han valido a Manuel de Elías el ser mundialmente reconocido como uno de los mejores compositores de México.
La respuesta del público fue entusiasta tanto hacia las Sonatas a Quattro como al Meditativo y Tema Variado, por lo que se repitió a manera de encore el tercer movimiento de la Sonata a Quattro No. 3 en Do Mayor. Esperamos tener pronto el privilegio de escuchar otro concierto dirigido por ese músico excepcional que es el maestro Manuel de Elías.