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Ecos de un Concierto

S. Beckmesser

Mucho se ha escrito sobre la precocidad y genialidad de Wolfgang Amadeus Mozart; en el caso de sus sinfonías, él empezó a trabajar sobre este género durante su estancia en Londres en 1764, cuando contaba con tan sólo ocho años de edad; época en la que por una enfermedad de su padre tuvo que abstenerse de tocar el teclado y durante la cual se entretenía escribiendo partituras. Un magnífico ejemplo de esa sorprendente precocidad es la Sinfonía No. 1 K. 16, la cual fue probablemente compuesta a finales del verano de 1764 en el suburbio londinense de Chelsea. Esta obra que es con la que el joven genio se inició en el género sinfónico, fue aquélla con la que empezó el concierto que la Camerata de Coahuila brindó el pasado viernes cuatro de junio en un Teatro Martínez prácticamente lleno.

En esta ocasión, la orquesta tocó de manera espléndida bajo la batuta de José Luis Castillo, quien es el talentoso y entusiasta director titular de la Orquesta Sinfónica de Guanajuato. El estilo de dirigir de este español es muy diferente al del maestro Shade, pues no utiliza ni batuta ni podio. Sólo emplea sus manos y expresión corporal para transmitir su concepción de las obras a la orquesta y aunque su estilo pueda ser considerado como menos elegante, no por ello deja de ser efectivo.

Después de la Sinfonía No. 1 de Mozart, se interpretó otra obra cuyos orígenes se ubican también en Londres, pues fue escrita a raíz del encuentro que Carl Maria von Weber tuvo en dicha ciudad con Heinrich Baermann, quien era uno de los dos mejores clarinetistas de Alemania. Se trata del Concertino para Clarinete en Mi Bemol Mayor Op. 26. Su partitura fue estrenada en Munich en 1811 con gran éxito ante el rey Max Josef de Baviera, quien estuvo tan satisfecho que decidió comisionar a Weber la composición de otros dos conciertos para clarinete. Esto no deja de ser un tanto sorprendente pues Weber, quien no sabía tocar dicho instrumento, habría de escribir seis obras en las que explota ampliamente sus posibilidades expresivas y técnicas. El viernes pasado la parte solista de clarinete, al igual que sucedería en los preludios de Witold Lutoslawski que se interpretaron después, fue asumida por César Encina, músico que de nueva cuenta demostró su gran talento y sensibilidad musical.

Wolfgang Rihm es uno de los más destacados compositores de la época actual, nació en Karlsruhe, Alemania en 1952, para la edad de 11 años ya componía. Entre sus maestros de composición se destacan Wolfgang Foertner, Karlheinz Stockhausen y Klaus Huber. Su Nature-Morte-Still Alive es una interesantísima obra compuesta para orquesta de cuerdas entre 1979 y 1980. En un principio la música de Rihm fue calificada como neo-romántica, lo cual es hasta cierto punto evidente en esta composición. También es cierto que posee muchas de las características de la música contemporánea por sus disonancias y por su dramatismo. Me pareció sorprendente el entusiasmo con que fue acogida, hecho que demuestra el alto grado de sofisticación que está alcanzando el público lagunero.

Witold Lutoslawski compuso sus Preludios de danza para Clarinete en 1954 para ser acompañados al piano, siendo revisados en 1955 para ser interpretados por clarinete, percusiones, arpa, piano y cuerdas. Castillo en esta obra demostró la gran afinidad que tiene hacia la música contemporánea pues bajo su batuta, al igual que sucedió con la obra de Rihm, la orquesta junto con César Encina ejecutaron su partitura de manera excelente.

La última obra en interpretarse fue la Sinfonía No. 13 K. 112 de Wolfgang Amadeus Mozart. Ésta también es una obra relativamente temprana en la carrera del gran genio, pues fue terminada en Milán en noviembre de 1771, durante la segunda gira que Mozart realizó por Italia. En ella se hace evidente una considerable evolución con respecto a su primer intento, pues se trata de una sinfonía cuya orquestación es más refinada.

Para todos los que asistimos al concierto del pasado viernes cuatro quedó en claro que la Camerata de Coahuila está en uno de sus mejores momentos. Con gran expectativa, esperamos el Concierto de Aniversario con que habrá de celebrar su décimo aniversario el próximo jueves 24 y viernes 25.

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