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Ejecutaron mil 186 personas en 2003.- AI

06 de abril de 2004.

Ginebra, (EFE).- Al menos mil 186 personas fueron ejecutadas en 2003 en veintiocho países del mundo, cifra que refleja un descenso respecto al año anterior, cuando se contabilizaron mil 526 ejecuciones en 31 naciones, según un informe divulgado hoy por Amnistía Internacional (AI).

Esta organización humanitaria de defensa de los derechos humanos destaca que ese castigo extremo no contribuye a disuadir a los criminales.

Entre los países que más aplicaron la pena capital el año pasado, el informe anual de AI señala a China con al menos 726 ejecuciones (frente a mil 086 en 2002), Irán 108, Estados Unidos 65, Vietnam al menos 64, Arabia Saudita 50, Yemen 30, Sudán 10, Singapur 10, Taiwán 7 o Cuba con 3, aunque subraya que algunos países no proporcionan datos fiables, por lo que "la verdadera cifra puede ser mayor".

Comparativamente, AI contabilizó en 2002 un total de al menos mil 526 ejecuciones de la pena capital en 31 países.

El informe de AI apunta que el año pasado hubo además dos mil 756 condenas a muerte en 63 países, por debajo de las tres mil 248 registradas en 67 países en 2002.

Sin embargo, AI lamenta que durante el año pasado fueron ejecutados en Estados Unidos y China dos personas que eran menores de edad en el momento de cometer el crimen a que fueron condenadas.

La portavoz de AI, Judith Arenas, señaló en la presentación del informe anual que "varios estudios muestran que la pena de muerte no tiene efectos disuasorios en los delitos".

Como ejemplo, Arenas subrayó que en Canadá, desde la abolición de la pena de muerte en 1975 para el asesinato, el índice de homicidios ha descendido un 40 por ciento.

Apuntó que esa pena "entraña siempre el riesgo de que se ejecute a un inocente", e indicó que 113 detenidos y condenados a muerte en Estados Unidos han sido puestos en libertad desde 1973, después de que se hallaran pruebas que mostraban que no estaban implicados en los delitos imputados.

Arenas recordó así la decisión de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya, que ordenó el pasado 31 de marzo revisar los juicios de 51 mexicanos condenados a muerte en Estados Unidos.

La portavoz de AI indicó que los detenidos no recibieron el apoyo consular requerido para estos casos, subrayó que "no hablaban inglés" y lamentó Washington no respetó las convenciones internacionales.

La representante de AI destacó además los "horrorosos" métodos de aplicación de la pena capital, que van desde las vetustas "sillas eléctricas" de EU que en numerosos casos no matan instantáneamente sino que "producen graves sufrimientos", hasta la "muerte por lapidación" o incluso casos de "crucifixión" en Irán.

"Todos los métodos son bárbaros", dijo Arenas al señalar también que en China las autoridades utilizan 18 vehículos especialmente equipados para las "ejecuciones in situ mediante inyección letal".

AI destaca el endurecimiento de las condenas a la pena capital a los disidentes políticos detenidos durante varios años en Irán, la ampliación de esas sentencias como parte de la nueva legislación antiterrorista en Marruecos y el elevado número de ejecuciones de extranjeros en países como Arabia Saudita (de los 50 condenados, 19 son pakistaníes, 6 afganos y una mujer filipina).

Por el contrario, Arenas destacó que en Kazajistán y Kirguizistán se ha aplicado una moratoria de las ejecuciones a la pena capital, mientras que en Nigeria fue conmutada la sentencia de lapidación contra Amina Lawal, cuyo único delito fue quedarse embarazada fuera del matrimonio.

AI reiteró una vez más su llamamiento para que la Comisión de los Derechos Humanos de la ONU, actualmente reunida en Ginebra, adopte "medidas enérgicas contra la pena de muerte" y especialmente que no se ejecute a las personas que eran menores de edad en el momento de perpetrar el delito de que son acusadas.

Respecto a la propuesta de resolución que EU tiene previsto presentar ante la Comisión sobre la violación de los derechos humanos en China en la que se omite referencias a la aplicación de la pena de muerte, el representante de AI en Ginebra, Peter Splinter, señaló que "sospechamos que los dos países están de acuerdo en ese asunto".

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