FABIOLA PÉREZ-CANEDO HERRERA
EL SIGLO DE TORREÓN
MATAMOROS, COAH.- Aunque en municipios como San Pedro ya se regula a los homosexuales para que ejerzan la prostitución sin estar enfermos, en lugares como Matamoros esta posibilidad ni siquiera se tiene contemplada.
La sociedad matamorense asocia este sector marginado de la población con enfermedades de transmisión sexual, en especial el SIDA. Sin embargo, la realidad es que tanto mujeres como gays se prostituyen en la ciudad sin los permisos de sanidad necesarios para dicha actividad.
Las mujeres tienen la opción de estar en la Zona de Tolerancia, pero los homosexuales no pueden ejercer la prostitución de manera regulada, pues las autoridades no lo permiten.
En el reglamento de Salud de Matamoros, no se contempla esta posibilidad, por lo que no es ni permisible ni negable. En la Zona de Tolerancia pueden entrar los homosexuales siempre y cuando vistan ropa de hombre, tengan el cabello corto y no porten ningún accesorio femenino.
“Se les propuso que se les hagan exámenes médicos para ver que no tengan una enfermedad y traigan sus tarjetas firmadas como las sexoservidoras, para que puedan entrar en la Zona de Tolerancia, pero de ninguna manera se les permitirá ir a trabajar”, manifestó Fernando Almaraz, coordinador de Prevención Social.
El director de Salud y Asistencia Social Municipal, Eduardo Huiton González, dijo que la función de la secretaría era velar porque las actividades de prostitución estuviesen reglamentadas y que no hubiera factor de riesgo de enfermedades de transmisión sexual, pero que no se hablaba de prostitución masculina, por lo que era necesario una nueva revisión del reglamento de Salud para agregar este rubro, pero como no permisible.
Huiton González manifestó que no se incluiría a los homosexuales en la Zona de Tolerancia, pues esto no reduciría el porcentaje de prostitución clandestina en el municipio.
“No se puede lograr que la ciudad esté limpia”, agregó, “siempre va haber prostitución en la ciudad”.
El funcionario dijo que Matamoros es un municipio observador de las buenas costumbres donde todos se conocían, por lo que los gays están bien identificados.
El alcalde, Felipe Medina Cervantes, manifestó que no tenía nada en contra de los homosexuales, pues son seres humanos, pero que vigilaría que no ejercieran la prostitución en lugares prohibidos, respetando el Estado de Derecho.
“Yo sí respeto los derechos humanos porque no quiero que me vaya a pasar como a otros Alcaldes”, agregó el Edil.
Según el regidor comisionado en Salud, Miguel Ángel Ramírez López, la Zona de Tolerancia fue creada para los hombres, pero no para los homosexuales, pues los dueños de las cantinas dicen que perturban el ambiente del lugar.
Ramírez López manifestó que se tiene pensado hacer un foro donde diversos sectores de la población hablen sobre esta situación, involucrando tanto a la ciudadanía en general como a la Iglesia.
Operativos constantes
Cada semana se han hecho operativos en algunos restaurantes-bares de la ciudad donde se tiene conocimiento de que se reúnen sexoservidoras para ofrecer sus servicios en ese lugar de manera clandestina, manifestó Eduardo Huiton González, director de Salud y Asistencia Social Municipal.
De esta forma, las mujeres se ahorran la visita médica y los exámenes, pues quienes laboran de esta forma no cuentan con la tarjeta de sanidad correspondiente.
“Se les apresa y se les lleva a la cárcel, al día siguiente se les hacen los exámenes médicos, se les cobra una multa de 100 a 150 pesos y se les deja ir cuando reciben sus resultados”, dijo Huiton González.
“Estos operativos son constantes, pero sólo se busca que las sexoservidoras se queden dentro de la zona”, agregó, “porque yo soy de la idea de que entre más represión hagamos más reacción hay”.
