Parece que los diputados federales del PRI y PAN quedaron impactados con el nivel de presión e incluso caos, que son capaces de generar los perredistas. Por ello, más vale prudencia y no hacer algo que vaya a molestar a los del Sol Azteca y que propicie otro asalto a San Lázaro.
Precisamente por esto, a propuesta de la bancada tricolor y con el respaldo de 339 votos, 118 en contra y 14 abstenciones, la Cámara de Diputados modificó un artículo transitorio de la reforma al artículo 122 de la Constitución, para dejar sin una fecha específica la entrada en vigor del cambio. Esto es, se aprueban las reformas, pero no se señala cuándo entrarían en vigor.
En la propuesta inicial se establecía el día primero de enero de 2005, para que empezaran a retenerse las participaciones federales al Distrito Federal, para canalizarlas a los estados del país, en razón de la necesidad de recursos para los servicios educativos. Ahora, la entrada en vigor se supedita al tiempo que tarde la discusión de la reforma en el Senado de la República y en la mayoría los 31 estados de la República.
Cabe recordar que la Constitución establece que el Decreto de Presupuesto correspondiente al ejercicio 2005 debe aprobarse en la Cámara de Diputados a más tardar el 15 de noviembre. Es decir, en 34 días, aunque el plazo establecido en la Carta Magna no evitaría que el Gobierno Federal deje de percibir participaciones federales el año siguiente, en caso de que dicha reforma entrara en vigor en cualquiera de los días o meses de 2005.
Por lo pronto, en el Senado se anticipa que no se recurrirá al “fast track” ni se incurrirá en un análisis “al vapor” de la reforma al 122, por lo que está muy lejos de concretarse y más aún que la misma fracción priista en la Cámara de Diputados manifestó su preocupación por la división que existe entre los senadores de su partido y que abre la puerta a la eventualidad de que un buen número de ellos se sumen a los perredistas y frenen los cambios constitucionales.
Las personas que rechazan la modificación al artículo 122 pueden respirar tranquilas y agradecer a los asambleístas del DF que tomaron por asalto la tribuna de San Lázaro hace ocho días, pues podrían salirse con la suya.