EL SIGLO DE TORREÓN
TORREÓN, COAH.- La obesidad no es un problema estético, sino una enfermedad de alto riesgo causada por el incremento de la grasa visceral en el organismo que reduce notablemente la esperanza de vida.
La Secretaría de Salud en sus campañas se ha dado a la tarea de concientizar a las personas sobre las consecuencias del sobrepeso. Tan es así que la Organización de la Salud la ha declarado como una problemática mundial.
Las estadísticas que presentan ambas instituciones, señalan que México es uno de los tres países con mayor índice de obesidad en su población. El 24 por ciento de los mexicanos mayores de 20 años padece exceso de peso.
Un hecho es que el 70 por ciento de las enfermedades cadiovasculares está relacionado con la obesidad: Quienes padecen de sobrepeso pueden presentar síntomas como ser grandes roncadores debido al reflujo gastroesofágico. En ocasiones despiertan ahogados, es lo que se llama apnea del sueño, por la grave dificultad respiratoria que significa el tener los pulmones prácticamente colapsados.
Los obesos mórbidos -exceso de más de 40 kilos- son menos fértiles, las mujeres padecen trastornos menstruales y una incidencia mayor de cánceres como el de mama y uterino.
La Secretaría de Salud indica en un comunicado que las medidas para determinar la belleza y perfección del cuerpo femenino son 90-60-90 en pechos, cintura y caderas, respectivamente. Enfatiza en que tomar la medida de la cintura permite detectar y prevenir enfermedades derivadas de la obesidad, como la diabetes y la hipertensión.
También señala que la grasa del abdomen es mucho más mala que cuando alguien engorda parejo, ya que tiene que ver con infartos, hipertensión, colesterol y diabetes, por eso la medida de la cintura es el mecanismo de alerta.
Una dieta no puede ser utilizada para todas las personas, depende de su constitución, actividad y metabilismo. Para bajar de peso se debe tener en cuenta que el fin debe ser disminuir la grasa corporal. La proporción ideal es que por cada kilogramo que la persona baje de peso deben perderse 750 gramos de grasa y el resto es entre agua y masa muscular que se pierden con cualquier dieta.
Gonzalo García Vargas, investigador de la Facultad de Medicina de la Universidad Juárez del Estado, dice que además de los factores estéticos, el problema es que cada vez está quedando más claro que la obesidad aumenta el riesgo para las enfermedades crónicas como es la hipertensión, riesgos de infarto al corazón, diabetes y algunas formas de cáncer. La influencia de la obesidad en el cáncer de próstata no está clara todavía, pero al parecer induce al desarrollo de tumores más agresivos.
Comenta que la relación entre la obesidad y la diabetes tipo II es lineal. Conforme está aumentando la obesidad, se incrementa la diabetes tipo II, sobre todo en adolescentes y niños. Hace 20 años era una rareza ver a un niño con ese tipo de diabetes, lo común era la tipo I.
