Tomar alcohol en forma moderada ayuda a reducir enfermedades cardíacas, además protege a quien ha sido operado a causa de una enfermedad coronaria.
LONDRES, (Reuters).- Beber cantidades moderadas de alcohol puede evitar una mayor obstrucción de las arterias en los pacientes que han sido sometidos a una cirugía del corazón, dijeron investigadores.
Los beneficios de tomar alcohol de forma moderada para reducir enfermedades cardíacas son muy conocidos, pero los científicos en la Universidad de Heidelberg en Alemania han demostrado que incluso después de que el daño ha sido reparado, el alcohol tiene un efecto protector.
En los pacientes que se sometieron a una cirugía para liberar una arteria bloqueada, el alcohol reduce el riesgo de reestenosis, o la nueva obstrucción de la arteria tratada, que ocurre en un 30 o 40 por ciento de los pacientes en los primeros tres o cuatro meses después de la operación.
"El consumo de alcohol en este grupo de pacientes reduce la incidencia de reestenosis", dijo el médico Feraydoon Niroomand, un cardiólogo de la Universidad.
"Esta es la primera vez que se ha demostrado en los pacientes", agregó.
Las enfermedades coronarias son responsables de un gran número de muertes en los países industrializados. Niroomand y su equipo entrevistaron a 225 pacientes que fueron sometidos a una angioplastia con balón sobre cuánto alcohol tomaron en los primeros meses después de la intervención.
La angioplastia con balón es un procedimiento estándar para las enfermedades del corazón. Comprende la inserción de un pequeño balón en la arteria, inflarlo, para luego colocar un tubo en el lugar a fin de mantener la arteria abierta para que la sangre fluya libremente a través de ella.
Los investigadores, que publicaron sus hallazgos en la revista científica Heart, descubrieron que los pacientes que tomaron poco o nada de alcohol tuvieron más bloqueo de arterias, peores indicadores de colesterol y un funcionamiento más pobre del corazón.
En cambio los pacientes que tomaron 50 gramos de alcohol, alrededor de una botella de vino o dos litros y medio de cerveza por semana, obtuvieron mejores resultados También era más probable que los que bebieron poco o nada de alcohol tuvieran que repetir la angioplastia.
"El 42 por ciento de los pacientes en el estudio que bebieron poco o nada de alcohol necesitaron repetir la angioplastia, en comparación con el 23 por ciento dentro del grupo que tomó cantidades moderadas.
Sin embargo, Niroomand indicó que los resultados no debieran animar a las personas para que adopten el consumo de alcohol o incrementen la cantidad que toman.