LA HABANA (AP) .- Juana Bejerano, una simpática cubana de 72 años, abrió sus ojos y por primera vez, en años, pudo ver el cielo deslumbrante de su isla tropical. Hoy es un ejemplo vivo de las posibilidades curativas del que quizás sea el único avión-hospital civil del mundo.
La organización que hace posible esto nació en Estados Unidos en 1982 y su "hogar" es un DC-10 pintado de blanco que desde su primer vuelo aterrizó en 82 países, impartió 530 programas de entrenamiento oftalmológico y atendió a miles de pacientes.
Ahora su ruta trajo la nave por un mes a Cuba: dos semanas en Manzanillo --a 800 kilómetros de esta capital-- y otras dos en La Habana.
"Orbis es una organización humanitaria sin fines de lucro, que aporta los conocimientos para salvar la vista instruyendo a profesionales de salud", explicó a la AP Carlos Solarte, Jefe de Oftalmología del singular avión.
Un recorrido por la nave muestra los cambios: el apartado fue completamente transformado y contiene un quirófano, una sala para exámenes y láser, otra para esterilización y un espacio de recuperación.
Además, el compartimento de viajeros se transforma en una aula de clases y mientras se realizan operaciones, galenos invitados ven el procedimiento en vivo, conectados a un circuito cerrado de televisión que les permite incluso intercambiar opiniones con el experto.
"Nuestro objetivo es que el médico reciba entrenamiento especializado de alta calidad. Los pacientes se seleccionan acorde a los objetivos pedagógicos para que se vuelvan cirugías demostrativas", comentó Solarte.
El objetivo, remarcó este colombiano especialista en oftalmología pediátrica, es perfeccionar a aquellos que multiplicarán las curaciones.
Tras su arribo a la isla comenzaron rápidamente la labor: primero se realizaron entrevistas con pacientes propuestos por los cubanos como casos difíciles o que requieren asesoramiento.
Inmediatamente después se desarrollaron las consultas y operaciones.
En este viaje Orbis trajo siete córneas donadas que serán transplantadas en ojos de pacientes isleños, entre ellas a la señora Bejerano, afectada además por cataratas.
Según la Organización Mundial de la Salud, 38 millones de personas padecen de ceguera en todo el orbe y dos tercios de ellos podrían recuperar la vista con el tratamiento apropiado.
Antes de visitar Cuba, el avión hizo una estadía en Filipinas y luego --tras una escala de mantenimiento-- la nave irá a Sudamérica, posteriormente a China y Malasia.
En esas naciones el avión también llevará la esperanza a miles de personas que como Bejerano piensan que "nunca es tarde para volver a ver la luz".