Suman decenas o quizá cientos de millones las personas que han recibido algún beneficio del botox, sobre todos mujeres que descubrieron en esta toxina lo más cercano a la fuente de la eterna juventud, ya que les permite mantener un cutis sano y bello sin recurrir a la cirugía estética o a productos que ofrecen milagros y terminan en fracaso y desilusión.
El exitoso producto es obra del talento científico de la oftalmóloga Jean Carruthers y su esposo, el dermatólogo Alastair Carruthers, ya que ellos descubrieron por casualidad el uso cosmético del botox, pero curaron en el camino de su aplicación médica a una paciente con un raro trastorno ocular.
Las cosas ocurren como por casualidad, pero en realidad es el resultado de la curiosidad científica. "Se puede decir que fue gracias a una plática marital como se descubrió uno de los medicamentos más populares del mundo", cuenta el doctor Alastair Carruthers.
Y es que, rememora,"gracias a la reacción positiva de la paciente de blefarospasmo que atendía Jean, junto con información oftálmica extensa sobre la seguridad y eficacia del botox, me convencí de que podría emplearse para mejorar la apariencia".
Carruthers, profesora de Oftalmología Clínica de la Universidad de Columbia Británica, comentó: "Una de mis pacientes de blefarospasmo (parpadeo excesivo que llega a causar ceguera funcional), tratada exitosamente con botox, solicitó continuar el tratamiento aún cuando los síntomas de su enfermedad habían desaparecido. Le pregunté por qué y me dijo que cada vez que le aplicaban las inyecciones, la línea que tenía en el entrecejo parecía desaparecer, lo que le daba una expresión tranquila y relajada".
El milagro estaba a la vuelta de la esquina, y la científica apunta que "no es necesario decir que yo estaba ansiosa por compartir este interesante resultado cosmético con mi esposo".
La pareja tenía en sus manos y mentes el tratamiento buscado por milenios para mantener la piel bella y lozana. Por ello, comentan: "Estamos orgullosos de ser parte de la historia de este producto único y versátil, que literalmente ha cambiado la vida de millones de personas con graves trastornos como blefarospasmo, distonia cervical y parálisis cerebral infantil", que son tratadas con el fármaco, que es famoso mundialmente sobretodo por su aplicación cosmética.
Es una técnica que ha roto muchas barreras y de acuerdo con la Asociación Americana de Cirujanos Plásticos Estéticos (Asaps), botox cosmetic fue el procedimiento cosmético no quirúrgico más aplicado en Estados Unidos durante 2003. En México se utiliza mucho, tanto en aspecto terapéutico como cosmético. Su uso fue aprobado por la Secretaría de Salud en 1993 y desde 2002 está en el cuadro de medicamentos de instituciones como el IMSS y el ISSSTE.
En la ciudad de México el doctor Francisco Pérez Atamoros "está realizando fabulosos estudios sobre el uso del botox en el busto. Lo que creo está haciendo es aplicar el medicamento en los músculos laterales al busto, y éste se levanta".