Crece el número de menores que participan en delitos contra la salud.
EL SIGLO DE TORREÓN
COMARCA LAGUNERA DE COAHUILA.- El Gobierno del Estado le falla a los menores infractores. Desde agosto de 2002, ante las constantes denuncias hechas por El Siglo de Torreón, se anunció la construcción de una verdadera Residencia Juvenil que entraría en funciones en enero de 2003. La obra civil está terminada desde hace cinco meses y actualmente está varada.
La cifra es preocupante. El número de menores infractores involucrados en delitos contra la salud va en aumento. Durante el presente año se detectó que las niñas ocupan un 50 por ciento de las detenciones. El problema crece y la indiferencia de las autoridades también.
A la obra terminada sólo le falta el mobiliario y el traslado del personal. Las instalaciones tienen finos acabados, cuatro edificios conforman la Residencia, que equivale a un centro de internamiento destinado a la atención, tratamiento y adaptación de los menores que presentan conductas delictivas.
El 13 de agosto de 2002, Jorge Luis Morán Delgado, subsecretario de Prevención y Readaptación Social en Coahuila, aceptó las deficiencias de la Residencia Juvenil del ejido San Luis y anunció la construcción de un nuevo edificio donde los internos podrían tener una mejor atención en su proceso de rehabilitación.
“Para el Gobierno del Estado (de Coahuila) es un compromiso abrir las puertas de este centro a partir de enero del próximo año (2003)”, aseguró en su momento el funcionario estatal, en base a los señalamientos hechos por la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Coahuila (CDHEC).
Pequeños “puchadores”
Gabriela Estavillo Flores, titular del Consejo Unitario de Menores Infractores, informó que en el renglón de posesión de droga, se han elaborado cinco radicaciones que generaron la detención e internamiento de seis menores de 16 años.
Tradicionalmente, las niñas siempre ocupan un 20 por ciento del total de detenciones por los diferentes delitos contemplados en los códigos penales estatales y federales. En 2004, el porcentaje se disparó considerablemente.
La intromisión de niños y niñas de entre los diez y antes de cumplir los 16 años, se presenta mediante la utilización de “nuevas” técnicas para la eficiente distribución de droga, por parte de los grandes distribuidores y medianos “puchadores” que aprovechan la inocente apariencia de los menores.
Otra lectura al problema social se traduce en la facilidad que tienen los niños y adolescentes para obtener dosis de droga para su consumo personal, generando cada vez más una temprana farmacodependencia que luego se transforma, creando viciosos y delincuentes en potencia.
Incremento
Según las cifras proporcionadas por Gabriela Estavillo, en 2002 se atendieron 142 casos, con un promedio de 11.83 radicaciones al mes; en 2003 totalizaron 136 casos promediando 11.33 radicaciones mensuales.
En los primeros 40 días de 2004 la cifra de radicaciones es de 26 registros, número que de entrada doblega la media mensual de los dos años anteriores y se traduce a un considerable aumento de menores detenidos por cometer infracciones del fuero común y del federal.
La funcionaria estatal aclara que en una radicación, documento similar a una averiguación previa penal, pueden registrarse uno o varios detenidos a la vez, por lo tanto, el número de casos siempre es un poco menor en comparación con el número de detenidos.
Esperanza olvidada
Durante el recorrido realizado la mañana del jueves 12 de febrero de 2004 por un representante de El Siglo de Torreón, en el exterior e interior de la finca ubicada en el kilómetro 50 de la autopista Torreón-San Pedro, se logró constatar que las oficinas administrativas, académicas y de especialistas ya están listas para funcionar.
De igual forma se encontraron amplios dormitorios, baños funcionales con cuatro regaderas, tres sanitarios y un mingitorio colectivo en cada uno de los tres dormitorios (niños, niñas y custodios). En fin, las instalaciones óptimas para los menores.
Mientras tanto, a pesar de las constantes denuncias de los padres de los menores internados y de la segunda visitaduría de la CDHEC, los actuales menores remitidos en la Residencia Juvenil, siguen enfrentando enormes carencias en todos los aspectos.
Viejo y nuevo “hogar”
“Los problemas más graves están en las redes hidráulicas y de drenaje, además el lugar es muy antiguo, le falta mantenimiento”, señaló en agosto de 2002 el Segundo Visitador de la CDHEC, David Omar Sifuentes Bocardo.
Sobre el mobiliario, el mismo funcionario agregó: “algunas literas no funcionan y la capacidad para 26 menores disminuye. No existe privacidad al bañarse, los sanitarios de cada baño no tienen puertas, así hay más posibilidades de alguna situación inapropiada”.
Además de los dormitorios y baños, la futura Residencia Juvenil cuenta con un edificio habilitado con cuatro espacios para talleres y un amplio salón audiovisual. Otro edificio está destinado al comedor, cuenta con cocina, alacena y cuarto frío; también se cuenta con el espacio adecuado para la lavandería.
“En este nuevo inmueble, los jóvenes tendrán espacio suficiente para realizar otro tipo de actividades como deportivas y de recreación, alejados de la contaminación”, aseguró Morán Delgado durante su declaración. Los espacios no han sido habilitados y es probable que se hagan en una segunda etapa.
El terreno global es bastante amplio, en la etapa construida, al centro de los cuatro edificios, falta emparejar el terreno. Sobre la seguridad perimetral, la barda mide seis metros de altura y tiene una malla con tres metros más y con alambre de púas.
“Tenemos el proyecto de que este nuevo edificio esté trabajando para el 2003”, dijo Jorge Luis Morán. El tiempo transcurre y la obra está lista. Los menores que viven en condiciones limitadas en la actual Residencia esperan el cambio a su nuevo “hogar”. El Gobierno del Estado tiene la respuesta.
“Graffiteros” a la alza
Los menores infractores, amantes del “graffiti”, ocupan el 62.2 por ciento del número total de niños y adolescentes de ambos sexos que han sido capturados por diferentes delitos por la Policía Preventiva de Torreón y puestos a disposición de la Unidad de Prevención y Tratamiento de Menores.
La citada unidad de prevención es el equivalente a una agencia del Ministerio Público, pero con los criterios que establece la Ley de Atención, Tratamiento y Adaptación de Menores (LATAM) del Estado de Coahuila, formulada desde 1994.
Considerando que en el Código Penal del Estado, el delito por “graffiti” no existe, Gabriela Estavillo Flores, presidente del Consejo Unitario de Menores Infractores, informó que a partir del presente año, se utilizó la facultad que contempla la LATAM, para tomar el “graffiti” como falta administrativa.
“De este modo, tenemos la oportunidad de aplicar un estudio psicosocial a los menores y la oportunidad de analizarlos a fondo, conocer sus inquietudes, buscarles espacios”, opinó la titular del consejo.
Mientras concluye el proyecto de reforma de Ley para tipificar como delito los daños por medio del “graffiti”, los menores infractores ya son registrados, y en base a los datos obtenidos se tiene mayor oportunidad de formular propuestas para sancionar desde el punto de vista social a los responsables.
CARACTERÍSTICAS
Está completamente acabada la obra civil de la Residencia Juvenil que próximamente albergará a los menores infractores de La Laguna de Coahuila. Los espacios son muy funcionales.
Área Dimensión *
Dormitorios varones 13 por 7 metros.
Baños varones 9 por 4.5 metros.
Dormitorio niñas 7 por 5 metros.
Baños niñas 6.5 por 4 metros.
Dormitorio custodios 4 por 4 metros
Baño custodios 4 por 2 metros.
Talleres 13.5 por 6 metros.
Salones 6 por 7 metros.
Comedor 12 por 14 metros.
Alacena 4 por 3 metros.
Cocina 6 por 7 metros.
Lavandería 8 por 7 metros.
* Medidas aproximadas.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón