Berlín, (EFE).- El denominado "caníbal de Roteburgo", el alemán de 42 años que presuntamente asesinó y devoró a otro hombre al que conoció vía Internet, había recibido anteriormente ofertas de otros 204 "aspirantes" a convertirse en sus víctimas.
Así lo aseguró uno de los agentes de la policía de investigación de lo criminal, al declarar como testigo en el juicio que se sigue en la Audiencia Provincial de Kassel (centro de Alemania) contra Armin Meiwes, el presunto asesino.
De acuerdo con esta fuente, no todas esas personas que respondieron a los anuncios de Meiwes han podido ser identificadas, por lo que tampoco puede asegurarse aún si hay o no más víctimas, además de la ya conocida.
Meiwes está acusado de haber asesinado a un ingeniero de Berlín, en marzo de 2001, que supuestamente accedió a viajar a su casa de Roteburgo del Fulda, en el estado de Hesse, para ser devorado en un ritual que grabó íntegramente con una cámara de vídeo.
El propio procesado ha confesado haber matado al ingeniero, un año mayor que él, así como haberlo descuartizado y devorado en buena parte su cuerpo, aunque asegura que lo hizo con el consentimiento de su víctima.
Declaró asimismo como testigo el padre del fallecido, quien dijo no poder entender lo ocurrido ni imaginarse que su hijo hubiese elegido voluntariamente su muerte.
En el juicio, que se abrió en diciembre y ha acaparado un gran despliegue de medios, declararon anteriormente dos mujeres, con las que Meiwes había entablado relación supuestamente con fines matrimoniales.
Se espera que hacia finales de mes se produzca la sentencia de este proceso, el primero de estas características que se sigue en Alemania.
Hasta ahora, la mayoría de los testigos han descrito al "caníbal de Roteburgo" como un individuo normal, de trato correcto y amable, que desde la muerte de su madre vivía solo en un gran caserón.