29 de abril de 2004
México, (Notimex).- En tan sólo dos años, Carlos Ahumada Kurtz escaló hasta la cúspide de su trayectoria como acaudalado y exitoso empresario contratista del gobierno del Distrito Federal, y se precipitó en caída libre al ser acusado como presunto responsable de defraudar al erario público capitalino con 31 millones de pesos.
Miembro de una familia originaria de Argentina que resultó desintegrada por la disputa de sus propios intereses económicos, Ahumada amasó una incuantificable fortuna con negocios de privilegio durante sucesivas administraciones en la capital del país, siempre bajo sospecha sobre la procedencia de su dinero.
Logró encumbrarse durante los sexenios de Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, pues en pocos años pasó de subempleado en diversas actividades informales a fundar su propia empresa y acceder a los jugosos contratos de obra del gobierno del Distrito Federal.
Logró trascender las administraciones priístas y, empapado de los vericuetos burocráticos y las deficiencias en la contratación de obras en el gobierno de la ciudad de México, Ahumada Kurtz tejió complejas redes de intereses y negocios dentro de la estructura delegacional capitalina a través del Grupo Quart de su propiedad.
Ahora es investigado por la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) como presunto responsable de un fraude por 31 millones de pesos contra las arcas públicas del GDF, ya que seis de sus empresas incumplieron contratos de obra en la delegación Gustavo A. Madero.
Entró en la escena pública al reclamar los derechos del equipo Irapuato de fútbol, cuando una turba de manifestantes tomó por la fuerza el estadio local y, presuntamente desde un helicóptero, el empresario argentino dirigía la violenta manifestación.
Durante los últimos dos años compró los equipos León y Santos Laguna, y coronó su imagen como hombre de negocios público cuando creó el periódico El Independiente y contrató a reconocidas plumas de periodistas.
Sin embargo, ya para entonces las sospechas sobre el origen de su fortuna comenzaban a tomar forma como indagatoria judicial. Desde hace meses, Ahumada Kurtz es investigado por la Procuraduría General de la República (PGR) por presunto "lavado" de dinero, por lo que le han asegurado bienes y cuentas bancarias, incluidos el diario El Independiente y los equipos de fútbol mencionados.
Desde el 1 de marzo, cuando en un noticiero de televisión apareció el video donde Gustavo Ponce Meléndez, entonces secretario de Finanzas del gobierno capitalino, apostaba en el casino del hotel Bellaggio, de Las Vegas, los denominados "video escándalos" se sucedieron con los posteriores de René Bejarano y Carlos Imaz recibiendo cuantiosas cantidades de dinero del propio Ahumada Kurtz.
El 11 de marzo pasado un juez giró orden de aprehensión contra el empresario argentino por su probable responsabilidad en el delito de fraude y, al cabo de varias semanas de mantenerse prófugo, el 30 del mismo mes fue detenido por agentes de la Interpol en el balneario de Varadero, en La Habana, Cuba.
Un día después, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) recibió la petición de la PGR para iniciar el proceso de extradición de Carlos Ahumada, hecho que no se consumó porque la Cancillería nunca hizo la solicitud al gobierno cubano que, por su parte, finalmente decidió deportarlo.