01 de marzo de 2004.
Naciones Unidas, (EFE).- El desarrollo de un tejido empresarial autóctono en los países pobres es la mejor manera de acabar con la pobreza en el mundo, que hace que cerca de mil 200 millones de personas sobrevivan con menos de un dólar al día.
Esta es la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de expertos liderado por el primer ministro de Canadá, Paul Martin, y el ex presidente de México Ernesto Zedillo, al que la ONU pidió que reflexionara sobre la implicación del sector privado en las políticas de desarrollo.
El resultado es un informe, presentado hoy por el secretario general de la ONU, Kofi Annan, que recoge varias recomendaciones para desarrollar la actividad empresarial en los países pobres y que deben ponerse en marcha lo antes posible.
"El tiempo es un factor crítico en nuestra lucha contra la pobreza", dijo hoy Annan, al recordar que esta actividad es uno de los pilares de los llamados Objetivos del Milenio.
El informe hace más hincapié en el papel de los negocios locales y la economía informal que en pedir ayuda a las grandes multinacionales como ha sido habitualmente la ayuda a países en desarrollo.
Pese a que las empresas locales ofrecen un gran potencial de crecimiento, necesitan ayuda, ya que en muchos casos se encuentran atrapadas en ambientes desfavorables para los negocios.
El ex presidente Zedillo, aseguró durante la presentación del informe que el "crecimiento económico reduce la pobreza con más intensidad que cualquier otra actuación".
En este sentido insistió en que el "sector privado es la clave para lograr un crecimiento sostenible, la creación de empleo, y mejores ingresos para los pobres".
Incluso en los países más pobres del mundo hay familias que tratan de evitar el hambre con pequeños negocios locales informales o carentes de estatus legal.
Es la llamada economía informal o sumergida, dijo Zedillo, que está condenada a operar en ámbitos muy pequeños o locales, sin capacidad para acceder a mejoras en la productividad, la competitividad o la especialización. "Cuanto más pobre es el país, mayor es el peso que tiene la economía sumergida", dijo el ex presidente mexicano.
Zedillo insistió en la necesidad de que las empresas locales cuenten con un estatus legal estable al que acogerse, así como un sistema judicial apropiado. De esta manera, podrán evitarse los casos de corrupción, tan habituales en los países pobres.
Aun superando estos obstáculos y la falta de acceso a la financiación bancaria, los negocios locales tienen que afrontar el riesgo propio de su actividad empresarial.
Por ello, el informe de la ONU anima a los países en vías de desarrollo a llevar a cabo los cambios legales necesarios, especialmente en materia fiscal y laboral, así como a desarrollar las infraestructuras y atenuar los desequilibrios macroeconómicos para ayudar a las pequeñas y medianas empresas.
El informe anota que estos vínculos entre firmas permiten a las compañías locales ganar acceso al mercado y financiación, además de que es una manera de obtener capacitación y de aprender de otros modelos de negocios.