“El primer castigo del culpable es que
su conciencia le juzga y no le absuelve nunca”. Juvenal
para mañana está programada la reunión de la Sección Instructora -un grupo de cuatro diputados, dos del PRI y uno cada uno del PAN y del PRD— que emitirá el dictamen sobre el proceso de desafuero del diputado René Juvenal Bejarano Martínez, mejor conocido como René Bejarano. Si se aprueba, el dictamen pasará al pleno de la Cámara de Diputados para su votación. Y de hecho, casi no hay duda de que ello ocurrirá y Bejarano será desaforado. No sólo votarán por el desafuero los diputados del PRI y del PAN sino también la mayoría de los del PRD.
Nadie ha pretendido nunca que un proceso de desafuero sea un acto de justicia. Ni en la Sección Instructora ni en el pleno de la Cámara se revisarán los argumentos jurídicos del caso. La Cámara de Diputados es un órgano político y sus decisiones son políticas y no legales. Por eso en muchos otros países del mundo la responsabilidad de los procesos de desafuero se ha dado ya al Poder Judicial.
No hay duda de que René Bejarano recibió dinero del contratista Carlos Ahumada. Como el resto de los mexicanos, he visto una y mil veces el video en el que se le entregaban fajos de dólares en efectivo y los colocaba en un maletín y en sus bolsillos. Esa imagen forma parte ya de la memoria colectiva de los mexicanos.
Pero hay una cosa que me inquieta de este caso en particular, como también en el de Carlos Ímaz, ya condenado por un delito electoral. La prueba más importante es un videograbado de forma clandestina y aparentemente editado. En muchos países del mundo ese video no sería siquiera aceptado como prueba en un juzgado. Aquí no sólo es admisible sino prueba suficiente para una condena.
Pero ¿qué nos revela realmente el video? Simplemente que Bejarano recibió dinero en efectivo de un contratista. Sabemos también que lo hizo cuando ya no era funcionario del Gobierno del Distrito Federal sino candidato a una diputación en la Asamblea Legislativa de la capital. Pero el video no nos dice nada más.
El segundo video de Bejarano, el que dio a conocer la Procuraduría de Justicia del Distrito Federal este lunes pasado —que más que editado está mutilado, por lo que hay que evaluarlo con más cuidado todavía—, demuestra que Ahumada quiso cobrarse las aportaciones que le entregó a Bejarano y a otros perredistas. A Bejarano, en particular, Ahumada le pidió que intercediera con Andrés Manuel López Obrador para que éste le pagara una deuda; no sabemos qué deuda es ni si el pago estaba justificado. Además le solicitó su apoyo para lograr la destitución de dos funcionarios de la contraloría capitalina que lo acosaban u objetaban los pagos que se le tenían que hacer.
No tenemos forma de saber cuál fue la respuesta de Bejarano a estas peticiones, ya que no aparece en el video editado que se divulgó públicamente, ni sabemos si efectivamente Bejarano habló con López Obrador para abogar por Ahumada. El propio Bejarano dice que no lo hizo. Y Andrés Manuel no ha aclarado el tema.
Una pregunta clave para desenmarañar todo este laberinto es saber qué hizo Bejarano con el dinero que recibió. El propio Bejarano ha dicho ahora que fue con Ahumada a instancias de Rosario Robles y a ella le entregó el dinero. Ésta es también la versión de los hechos que en su momento dio Carlos Ímaz, el hoy sentenciado ex jefe delegacional de Tlalpan. Rosario Robles lo ha negado.
Ahora bien, cuando se divulgó por primera vez el video en que recibe el dinero, Bejarano explicó que esos fondos se los había entregado no a Rosario sino a Leticia Robles, la actual jefa delegacional en Álvaro Obregón. En su momento Leticia rechazó la acusación y Bejerano no la ha repetido desde entonces. Pero Leticia y Rosario no son la misma persona a pesar de apellidarse igual. Ni siquiera son parientes.
Bejarano ha asumido públicamente su responsabilidad por haber recibido ese dinero. Pero él insiste en afirmar que el rasero no se está aplicando a todos por igual. Graco Ramírez, dice, también recibió dinero y, sin embargo, no ha sido tratado de la misma manera que él ni por el partido, ni por el sistema de justicia.
Y quizá tenga razón. Pero aun así lo más probable es que en los próximos días se desafuere a Bejarano y se le procese judicialmente. Lo que preocupa es que la principal prueba en su contra sea un video obtenido de manera subrepticia y aparentemente editado.
Barandilla
La PGR investiga al gobernador de Tamaulipas, Tomás Yarrington, por supuesta complicidad con el narco. Graco Ramírez acusa al gobernador de Morelos de tratar de asesinarlo. Diputados del PAN denuncian ante la PGR a Andrés Manuel López Obrador y a Martí Batres por la toma de la tribuna. Hoy la política se ventila en las barandillas judiciales.
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