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El ejemplo de Ana y Belem/Las laguneras opinan...

Lucrecia Martínez

A veces pienso que nuestro país sería algo totalmente diferente si cambiáramos nuestra mentalidad, si todos diésemos lo mejor de nosotros mismos, si fuéramos solidarios con los que buscan una oportunidad ya sea de trabajo, de estudio o simplemente de destacar en el deporte.

Seríamos un país totalmente diferente, productivo, altamente competitivo, limpio, ético, que premiara el esfuerzo, la disciplina y la dedicación. Pero no, no es así, decía un desafortunado dicho muy viejo “el que no transa no avanza”. Esa es desgraciadamente la mentalidad que impera; platicaba Raúl González, marchista medalla de Oro, que el haber logrado él la medalla fue un esfuerzo titánico, que cuando iban ellos entrenando a las cinco de la mañana, en la carretera, los choferes les echaban encima los camiones o les escupían porque la forma de andar en la marcha les parecía muy extraño, sin embargo ellos no se desanimaron y lograron una meta que se habían propuesto.

Vemos ahora con gran alegría que las mujeres han logrado poco a poco espacios en las diferentes disciplinas del deporte al igual que en muchos de los campos que estaban reservados a los varones, pero desgraciadamente queda claro que para las mujeres es doblemente difícil. Porque desplazarse de un lugar a otro implica que tienen que andar solas ya que muchas veces no tienen los recursos, es más, simplemente no tienen los patrocinios para que alguno de su familia las acompañe y definitivamente es más duro para ellas por los patrones culturales que existen.

El martes fue la competencia de Ana Gabriela Guevara, todas las aspiraciones e ilusiones de los mexicanos estaban puestas en ella, en que conquistara la medalla de Oro para México y ante millones de espectadores mexicanos todos unidos, salió, dio la pelea y ganó la Plata, creo que cumplió cabalmente con México, los mexicanos, Nogales, Sonora, sus familiares y amigos y con ella misma, es una mujer de una sola pieza.

Pero ¿cómo logró ella llegar al podio, por qué ella y los demás que asistieron no? Creo que se resume en una sola palabra: Determinación, es una luchadora de una madera muy especial, rara en este país.

Nunca una reclamación a nadie, de nadie la culpa, solamente Williams fue más rápida, fin de la historia. Ella una mujer que soñó con ser basquetbolista y que llegó a ser considerada la jugadora más valiosa de su equipo, allí fue donde comenzó su estrella a brillar; más adelante, a instancias de su entrenador decide dedicarse al atletismo con la carrera corta, 400 metros que es su especialidad, sacrificando todo y con el gran apoyo de su madre, que para que pudiese competir vendían tamales las dos, así comienza Ana rodeada de todo el cariño y apoyo familiar pero sólo eso, los apoyos importantes los recibe ya siendo famosa y con varios premios en su haber. Ana Gabriela nos da a todos una gran lección, su coraje, lo claro de sus metas y que no importa de dónde vengas si tú lo quieres, llegarás, dedicándole todo el tiempo y todo el esfuerzo y no dejándose derrotar en ningún otro espacio que sea una competencia, se puede triunfar.

Una joven como ella en Nogales, ¿usted se imagina que allá había todas las facilidades para destacar en atletismo como lo hizo ella? Torreón es mucho más grande y más importante y no tenemos ni un solo deportista que ni siquiera le llegue a los talones; entonces la ciudad no es el problema, el nivel económico como lo vimos antes tampoco, ¿entonces? Lo dice su entrenador y sus maestros que era terriblemente dedicada, disciplinada y voluntariosa, es por eso que no se quedó en el camino.

Y el miércoles fue la competencia de Belem Guerrero, a quien ni siquiera se le había mencionado como posible medallista, comenta su entrenador, cubano por cierto igual que el de Ana, que le decían que ya no había mucho qué hacer con Belem pero que él sintió siempre que lo único que necesitaba era crecer su musculatura porque era una mujer de muchas posibilidades y ahí está lo que logró, la medalla de Plata. ¡Quiúbole carnal! le dice a su hermano con esa gran sencillez de la gente nuestra, feliz con su medalla pero siempre tranquila, se la dedicó a su familia, a los que la apoyaron, a su dentista que le dio un apoyo incondicional, a los habitantes de ciudad Neza y a su país, habló con el presidente Fox totalmente normal sin ningún aspaviento. Sin duda mujeres valiosas y valientes que no se doblan al primer ventarrón, tan es así que Belem ni bicicleta tenía, se la proporcionaron de Televisión Azteca, venciendo todo el tiempo la adversidad. Igual que Ana, mujer de una sola pieza.

Mejor ejemplo como mexicanos no podemos tener, pero aquí queremos que el niño sea muy feliz, que no haga la tarea porque pobrecito, que no se malpase, a media mañana las mamás mexicanas van a la escuela a llevarle el almuerzo, porque en la mañana ni tuvo tiempo de desayunar, a la escuela se va a pasar el tiempo y muy pocos son los esforzados y más pocos los que en sus casas les motivan a ser siempre mejores, el mundo globalizado se ha puesto muy competitivo y sólo los mejores encontrarán trabajos bien remunerados y llagarán a sus metas. Tantos jóvenes tan listos, con tanta energía y talento se quedan en el camino por la falta de disciplina y apoyo; aquí es donde los padres fallamos, el día que cambiemos nuestra mentalidad, nuestros hijos, esos futuros profesionistas serán triunfadores y podrán conquistar sus sueños.

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