Por Eunice Martínez Arias
El Siglo de Torreón
GÓMEZ PALACIO, DGO.- Aquello que hace 15 años comenzó por necesidad, ahora es una de las pasiones de la señora Tere.
Tenía que hacer algo para ayudar a su marido en el gasto del hogar, así es que comenzó a confeccionar ?ropita? para Barbie y a venderla junto con sus accesorios. No sabe en qué momento quedó atrapada en ese mágico mundo, pero poco a poco fue comprando muñecas al grado de que su colección está conformada por más de 200, incluso posee unas que le trajeron de Rusia y varias más de Chicago: verdaderas piezas de colección que representan a las mujeres de aquellos países, y por supuesto, portan sus respectivos trajes típicos.
Pero el mérito de la señora María Teresa Velásquez Nieto no radica solamente en tener ese número de muñequitas que cuida, repara, maquilla y viste con tal cuidado como si fueran sus hijas, sino que se ha dado a la tarea de diseñar y confeccionar ella misma los trajes distintivos de cada estado de la República Mexicana así como el de otros países. Una labor digna de admirarse.
?Estudié Turismo y mi hija Iris estudió danza, así que entre las dos nos pusimos a investigar los trajes típicos, compramos las telas, los confeccionamos y las vestimos?, dijo con una gran sonrisa.
Actualmente, Doña Teresa tiene montada una exposición donde muestra todas sus muñecas ataviadas con los trajes de Coahuila, Durango, Jalisco, Chiapas, Sonora, Nayarit, Veracruz, Hidalgo y el resto de los Estados del país. Las Barbies que los portan son de cabello negro o castaño, su piel es apiñonada, son el prototipo de la mujer mexicana.
?Es que yo las mando a hacer a México y le digo al señor que las realiza que les ponga ese color de cabello, de hecho me dice que soy racista porque no las quiero rubias?, dice señalando a varias de las muñecas con largas trenzas y coloridos moños.
Esta mujer de 60 años de edad, confesó que son las personas adultas a quiénes más les llama la atención su trabajo, las niñas prefieren la ropita casual, que también confecciona y vende.
Del aparador que queda a la vista del publico, sobresalen las Barbies con rasgos japoneses, chinos, y egipcios y sobre todo, las africanas. ?Esas me las ha traído mi hija de Chicago, es que ella vive allá, pero la rusa me la trajo un músico de la Camerata de Coahuila?.
Al ser cuestionada cuál muñeca prefiere, no supo contestar; para ella todas son bellas y las quiere por igual, aunque eso sí, admitió que todas son diferentes y que, como las personas, hay cierto tipo de ropa que les favorece.
?Mi esposo me dice que nunca voy a salir de pobre, es que hay niñas que se acercan conmigo y me dicen que nada más tienen tres pesos y les doy el vestido aunque cueste 30. Es algo que a pesar del tiempo no he podido separar... moriré pobre, pero bien contenta?.
En cuerpo y alma
Hoy es el último día que la señora Teresa tendrá montada su exposición. Ella tiene un local en un tianguis de esta ciudad.
-Ha ido a Estados Unidos a tres congresos internacionales de la Barbie. Asegura que el 65% de los coleccionistas de muñecas son hombres y únicamente el diez por ciento de ellos son gays.
-Las muñecas que tiene en el aparador así como todos los accesorios y telas con que realiza los trajes, los adquiere en México. Precisamente fue allá donde supo exactamente cómo era el atuendo de las chapanecas, ya que unas mujeres de aquella entidad vestidas con el traje típico, se encontraban en la tienda y posaron para ella para que dibujara su vestuario.
-Además de la venta y confeccionamiento de ropa para la Barbie, la señora Teresa las repara y maquilla.
-En la colección tiene vestida una muñeca igual que María Félix en la película Tizoc y otra como Columba Domínguez en la Pueblerina.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón